Del Rio Al Monte: Las maravillas que uno tiene cerca...

Este domingo dos paseos mañaneros, por la poco recorrida Sª de Lokiz y las peñas de San Fausto; para así "matar" la mañana completa y con toda tranquilidad. Un primer recorrido montañero hasta la Ermita de Santiago de Lokiz, pasando por el impresionante rincón de "el ojo de Ollobarren"; y un segundo en plan light para conocer el bonito mirador de Lazkua.

Esperando un tiempo inestable, igual con algo de agua pero con unas temperaturas "decentillas".

Cartel salida 7-2-16

Esta vez "nos olvidamos las nubes y lluvias en casa"; haciéndonos cambiar la mentalidad casi por completo, al venir con la idea de regresar a casa "calaus hasta las orejas". Lo que no cambio fue el planing que teníamos montado, así pues "carretera y manta" hacia Lokiz para dar el par de paseikos y cargarse de energías con las maravillas que la sierra alberga.

Mirador de Lazkua bajo el cielo cubierto.

Rutas de dificultad media-baja; con distancias cortas( 6'2 km y 2'9 km) y desniveles pequeños (397 m y 115 m).

Ademas solo tendremos una pendiente algo exigente para llegar hasta “el ojo”.

El terreno está repleto de vegetación en ambos recorridos, únicamente despejándose en la zona de “el ojo”,de la ermita y del mirador de Lazkua. La zona de “el ojo” es rocosa y muy húmeda, lo que hace que haya zonas resbaladizas.Así mismo el mirador es totalmente rocoso, y nos encontraremos un mini-resalte equipado con 4 grapas para trepar fácilmente.

Los dos son senderos balizados como PR (Blanco y amarillo), por lo que no entraña dificultad alguna.

Material de Trekking. Tendremos fuentes solo en las cercanías de Ollobarren y en el mismo pueblo de Eraul.

Ermita de Santiago de Lokiz por el ojo de Ollobarren

Mirador de Lazkua desde Eraul

Los rayos de sol nos bañan a nuestra llegada a Ollobarren, iluminando también los paredones de la Sª de Lokiz, mientras nos enfundamos las botas. Sin perder mucho tiempo salimos del pueblo, pasando un cruce bien indicado con unas losas talladas y poco mas adelante nos espera un coqueto merendero con fuente, pero oye aun no toca almorzar.

Ponemos rumbo a las alturas de la sierra, sudando la pendiente entre la vegetación y dejando rápidamente abajo el fondo del valle, plantándonos ante "el ojo de Ollobarren" como si nada. Nos adentramos entre los roquedos; descubriéndose ante nosotros un paraíso en el que rocas y vegetación se fusionan para dejar atónito al personal , con ganas de no moverse del sitio.

Al final toca continuar el camino entre rocas, apareciendo en la meseta superior de Lokiz plagada de vegetación.

Esto ya no tiene complicaciones, pero un cartel nos informa que hay batida. Entre el ruido de disparos, el paso de perros y algún rastro de sangre llaneamos, algo atemorizados, en dirección a la Ermita de Santiago de Lokiz. Con suerte uno de los cazadores nos dice que están llevando una presa en la dirección contraria, así que ya mas relajados llegamos todos enteritos hasta la ermita.

Algunos bajo el sol ,y otros a la sombra disfrutamos del ratiko del almuerzo; permitiéndonos ligeras vistas la vegetación que puebla las alturas.

Tras el descanso toca regresar siguiendo nuestros pasos, cruzándonos con bastante gente por la parte alta. De nuevo nos adentramos en el paraje de "el ojo", aunque cuesta despedirse del lugar ,es lo que toca. Continuamos con la bajada casi express hasta Ollobarren ;en la que para mi grata sorpresa una agradable mujer nos reconoce y resulta que sigue nuestras andanzas por el blog (Un verdadero placer el conocerte y esperamos verte pronto).

Sin mas dilaciones, que alguna equivocación de carretera, rematamos la mañana con el segundo paseito. Con un leve esfuerzo dejamos atrás Eraul, que todo lo bueno requiere un poco de sacrificio, nos plantamos ante la preciada roca de San Fausto y tras trepar por cuatro grapas ,el imponente mirador se abre ante nuestros ojos.

Otro rato de fascinación nos sobrecoje; unas vistas limpias sobre la Sª de Lokiz y los valles sobre los que domina, ademas de verticales paredes tanto para arriba como para abajo, bien equipadas para el disfrute de los colgadillos. Tras este otro buen rato nos despedimos, pero como siempre con ganas de mas y mas...