Del Rio Al Monte: "TRIacrucis saKAÑikolA"

A las puertas del día tan esperado,la grande de grandes, las tres ermitas que siempre resuena por un lado y por otro.

Cartel Sakanako Ibilaldia 2016

Algunos se preparan a conciencia para ella, otros no tenemos ni la decencia de pasarnos tal idea por la cabeza (¿Un error de nuevo?).Pero si que vamos con la intención de disfrutar/sufrir y superar lo que nos pongan por delante algunos minuciosos ,que año tras año preparan con total dedicación todos y cada uno de los detalles de la marcha para que unos cuantos "locos"(entre los que me incluyo,para bien y para mal) "devoremos" todos y cada uno de los magníficos kilómetros de esta gran ruta por tres grandes ermitas.

Servidor lleva esperando como "agua de mayo" a esta siguiente oportunidad, desde que a duras penas consiguió terminar la pasada edición; que desde luego no fue posible sin el apoyo y ayuda de amig@s y otros compañer@s de ruta. y así poder quitarse el mal gusto que quedo por el pésimo final que lo acompaño.

Nos plantamos ya en esta edición de 2016, acudiendo a la marcha larga de los de Irurtzun 3 valientes de Etxabakoitz esta vez. Nos tocara mojarnos algo y despeinarnos con el viento que nos azotara pero... VALOR Y AL TORO!!!.

El día empieza muy pero que muy temprano, casi ni la luna ha tenido tiempo de desperezarse, y ya estamos preparándonos para ir a la marcha bien ligeros y motivados a tope.
Nada mas salir a la oscura calle, una jarreada nos desea los buenos día y dan ganas de darse media vuelta hacia la cama; pero la suerte esta echada y nos vamos rumbo a Irurtzun, que se vuelve un paraíso climático.

Todo preparado para el gran reto.

En Irurtzun ya se respira un ambiente movidito desde primera hora, con montañeros "cañeros y minimalistas" por todos lados. Nos acercamos al frontón para recoger las txartelas con tranquilidad ,y mientras esperamos el momento de la salida, el frontón se llena entre jolgorios de todos los participantes hasta los topes.

A las 6 puntuales lanzan el cohete, para que la enorme "manada" salgamos bajo la luz de la luna y sin una gota de lluvia a recorrer las calles de Irurtzun. Dejamos atrás el pueblo por pistas entre el Arakil y el Larrau, mientras el trío calavera va adelantando posiciones hasta agrupar pelotón en Urritzola.
Un sendero terroso, condimentado con agua, nos lleva en "fila india" por las faldas de Gaztelu, ganando altura a duras penas por el resbaladizo camino hasta el collado; desde el que se ven a "las hormiguitas" ascender hacia Txurregi.
Paso a paso, metro a metro "nos ventilamos el cueston del silencio"; en el que esta vez un fresco susurro de norte nos acompaño hasta su cubierta cima, en la que no se podía ni disfrutar ni de vistas ni de na; así que "pies en polvorosa" hacia el valle de Ollo por el deslizante sendero, con la compañía del viento y un retraído sol hasta el primer avituallamiento.

"La marcha" no para y apuntamos hacia el gran San Donato. El fuerte viento asola la subida por lo que dar cada paso supone un esfuerzo "titanico", aparte de dejarnos helados como cubitos con la nevadita; pero ni las penurias pudieron con nosotros, y llegamos hasta la Ermita para fichar.
Un poco apretados en la ermita echamos un bocado y entramos en calor, y sin perder mucho el tiempo rancamos en busca del portillo de Uharte, hacia la bajada mas fuerte del recorrido.
La prieta bajada se aglomera por el pavimento deslizante, por lo que todos vamos "despacito y con buena letra" para no bajar mas rápidos de la cuenta. En "menos que canta un gallo" estamos ya en el fondo del valle, en las calles de Uharte, en las que volvemos a recuperar fuerzas y fichar, para continuar bajo un día exquisito.

Atravesamos Uharte-Arakil, directos a por la siguiente de las ermitas. Aunque el cansancio ya se hace notar, sin darse mucha caña vamos ganando altura por la ladera sur de San Miguel, pudiendo disfrutar de vistas y de gran parte del camino que llevamos ya bajo los pies. Ya casi llevamos la mitad de la subida, cuando aquí uno empieza a notarse "raro" y con un gran bajón de fuerzas; al poco paro con calambres y vómitos, agotado por completo.
Con ayuda de los compañeros sigo poliki poliki, calambrazos me recorren todos los músculos de las piernas y a duras penas consigo llegar al Santuario de San Miguel; dando por finita la marcha tras estos últimos penitentes pasos.

Una gran atención por parte de la organización y al calor del fuego voy recuperándome, y a unos pocos nos bajan a Irurtzun. Una ducha fresquita y un poco de "combustible" me reconfortan por completo y aunque el no conseguir acabarla es una pena; lo mejor es quedarse con la parte buena, con lo disfrutado y el haberlo intentado.
Mientras los compañeros seguían "dándose zapato", consiguiendo acabar la marcha en poco menos de 12 horas.