Allá por mis comienzos cuando pise por primera vez Pirineos, tuve la suerte de conocer de buenas a primeras el mas que precioso bonito pueblo de Ainsa; y ahí estaba ella altiva y grandiosa Peña Montañesa, que me cautivo en el primer momento que entro por mi retina.
Y ahora en el presente por fin tanto tiempo tras de ella, de nuevo estaremos cara a cara, esta vez para intentar "domarla". Lo haremos desde las cercanías de la ermita de San Beturián, cojiendo para la subida la colgada faja del Toro y después descender por el camino normal; esperando un día excepcionalmente veraniego, que nos dejara disfrutar de paisaje y panorámicas sobre el Sobrarbe.
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Cartel salida suspendida 6-8-16 |
Con muy mucho pesar me toca darle un vuelco a los planes y cancelar la ruta más deseada de todo el verano a mi deseada Peña Montañesa, porque de nuevo tenemos al amigo tobillo dando ligera guerra( igual que en las anteriores olimpiadas, ya es casualidad también), y hay que cuidárselo para estar en pleno rendimiento para las exquisitas vacaciones por territorio dolomítico.
Así que parece que toca decirle adiós a Peña por ahora, aunque otra vez será claro está; y cambiamos por un paseíto alternativo más light y asequible para “el lisiado” de turno, y aunque muy cercano aun lo tenía pendiente en mi larga lista y pues toca tachar el subir a “San Cris” por la cresta.
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Monte Ezkaba en su esplendor. |
Ruta de una dificultad baja-media; con una distancia de 11'4 km y un desnivel de 550 m. Ademas las pendientes de subida no son muy exigentes; aunque las de bajada son ligeramente más empinadas.
El terreno es boscoso en casi todo el recorrido, salvo en la parte alta donde esta remite y se vuelve más rocoso. Las faldas de la montaña están repletas de baja vegetación y algunas zonas de cultivo.
El camino está muy definido y marcado como SL (verde y blanco); y después pasa a ser GR. Aunque hay tal variedad de senderos que es fácil de perder el correcto, por lo que hay que prestar atención a las marcas. En la bajada aunque el camino sigue muy pisado, y marcado como SL hasta las inmediaciones de Artica.
Material de Trekking. Llevar agua, pues no tendremos ninguna fuente en el recorrido; únicamente podremos coger agua en las poblaciones que tendremos cerca, teniendo que desviarnos del itinerario.
Por una vez tampoco nos pasamos con lo de madrugar, total esto es casi como nuestra casa, pero dejamos de lado el campo base normal y directos nos juntamos en los pies de Ezkaba; con un sol radiante empezando asomar por el horizonte y con “la GPS on fire” nada más llegar.
Perdiendo poco tiempo en prepararnos; pues como es una incursión express, con lo justo es suficiente, nos ponemos en marcha hacia los pies de Ezkaba.
Lo vamos faldeando ligeramente, bajo la crestilla que en poco nos encarara hacia la cima; para continuar sin parar, que la GPS se pone chismosa, surcando la ladera sur mientras el sol empieza “apretarnos las tuercas” igual que la montaña, aunque esta última con “más suavidad y cariño”.
Ya en las inmediaciones del polvorín, el terreno se suaviza y nos metemos en plena crestilla; en la que gracias a dios el arbolado nos refresca con su agradable sombra.
A ritmo marcado y bien guiados vamos devorando la fácil cresta, primero sobre la vertiente sur con la capital navarra a nuestros pies; cambiando después a la vertiente contraria, dominando sobre el valle de Ezkabarte; todo ello en casi absoluta soledad, además de una gran limpieza por todas partes; lo que nos permite disfrutar de esta “urbanita montaña”, bastante poco cuidada por el personal en general.
Con ya bastante altura, aparece la infinita carretera del fuerte y el arbolado empieza a remitir sobre la cresta ahora más rocosa. En un abrir y cerrar de ojos nos ventilamos el despejado filo de la cara norte; desembocando junto a las antenas y seguido nos plantamos en la cima de Ezkaba (895 m).
Tras un corto disfrute de la cima e inmortalizar el momento, rodeamos el fuerte ya conocido por alargar un poco más la pateada; y a la que terminamos decidimos cambiar un poco los planes y tiramos hacia abajo por el camino de Artica.
A toda pastilla perdemos altura por el fresco sendero; y sin darnos cuenta ya casi estamos abajo, con lo que cuesta subir y lo fácil que baja uno. Ya cerca de Artica, nos aventuramos por otro camino que nos planta bajo el cristo; y toca cambiar el chip para llegar hasta el alto. Una vez arriba y bien al solete nos tomamos un respiro, aunque “la jefa” es un poco reacia; que todo ha sido darle cera y más cera, y no hemos disfrutado ni un momento de las vistas.
Como nuevos, y listos como para subir un par de veces más, que el tobillo parece responder bien aunque con molestia ligeramente tonta, decidimos que ya vale por hoy y acabamos faldeando Ezkaba hasta termina en Ansoain el paseo express; que aunque no ha sido Peña Montañesa, no tiene nada que envidiarle.
La ruta en fotos
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...y bajo la ladera sur... |
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... regresamos hacia Ansoain, castigados por el intenso sol. |
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