Al empezar una montaña, de sobra sabemos que esta tiene un final. Hay quien piensa que es la cima, pero ella es otro de esos buenos momentos que disfrutamos en el camino y el verdadero final es cuando llegamos a casa, sanos y salvos. Y ahora a llegado, tras una larga andanza, regresar a casa y emprender nuevos caminos.
Pasada una temporada algo rara y con algun que otro "altibajo",hemos llegado a su última salida. No podemos negar que hemos disfrutado una vez más de las bonitas montaña y sus parajes , la compañía de siempre y la nueva , e incluso de algunos días de sol y otros de las lluvias torrenciales; pero el tiempo vuela cuando estas en tu lugar. Despidiendo esta nuestra octava temporada, al igual que la pasada, recaeremos en las resquebrajadas tierras de Lumbier donde en esta ocasión la más conocida de sus foces será nuestra protagonista.
Finalizado el recorrido, a la mesa seremos felices y comeremos de lo que nos echen.
Es innegable que todos los días amanece diferente, pero esta vez lo hace especialmente, con una lluvia de recuerdos y ligeros toques de nostalgia . De primeras y nada más "despegarnos" de las sábanas, el dia se ve gris, pero no es más que un espejismo para asustar. La verdad es mucho mejor. El sol tímidamente brilla en una fresca mañana en la que perdiendo el menor tiempo posible cojemos la mochila y botas, para ir al encuentro con l@s de Etxabakoitz.
Otra vez con algo de antelación nos juntamos algunos de los de siempre y otro par de buenos fichajes, pero no parece que la cosa se vaya animar mucho más. No saben lo que se pierden, los que han pensado en venir y no dan señales de vida. Tras los minutos de cortesía, y a punto de salir se nos une el último compañero, caro de ver y sin perder las suyas buenas costumbres. Ya lo decía la abuela : la bueno se hace esperar, pero el tiempo no.
Una vez organizados, no hacemos esperar más a este día de puro disfrute y arrancamos en dirección a los pirineos. El viaje, con suelo recién echado, es cómodo, rápido y sin sobresaltos; en el que abortamos dirección a las puertas de Lumbier. El ambiente todavía no está alborotado por el turismo de su bonita foz, aunque por si acaso nos alejamos de ella y vamos a lares más tranquilos. A poco de su camino, "echamos anclas" junto al camping y a las faldas de la Trinidad. En soledad total, nos calzamos las botas y a la faena.
Ruta circular por la zona de Lumbier, que asciende hasta la ermita de la trinidad y continua hasta su cima; para descender por los acantilados de la piedra (destrepe equipado con cadena) y teniendo que atravesar la zona de los puentes rocosos, y regresar al pueblo por su famosa foz. Sin fuentes en el recorrido. Datos GPS: 12 km ;± 650 m; 4 h.
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Entre la civilización y lo salvaje, empezamos faldeando el extremo occidental de la Sª de Leyre en busca de la subida hacia lo alto de los acantilados de Lumbier. |
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Guiados por las cruces entre monte bajo, vamos ganando altura sobre las aguas del Irati y Salazar con Peña Izaga dominando en el horizonte ... |
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... que tras "la penitencia" de subir,
nos encontramos con la ermita de la Trinidad ... |
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... y los acantilados, junto a una bonita panorámica sobre la foz de Lumbier. |
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Entre denso boj y entrecruzadas telarañas matutinas, avanzamos hacia arriba siguiendo las marcas rojas en paralelo a los cortados ... |
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... plantandonos en la poco vistosa cima de La Trinidad (845 m). |
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En el Alto de la Trinidad (845 m).
Leyre, Emilio, Jaime, Marcos y Jokin. |
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De la cima, apuntamos a la zona de Sangüesa ... |
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... para salir del "reino verde" y bajar por un fácil destrepe equipado con cadenas en la muralla de los acantilados ... |
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... que con bonitas vistas rocosas, nos encamina hacia la foz ... |
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... dando con el primero de los curiosos arcos rocosos. |
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Por el escarpado territorio de los buitres, mientras nos vigilan... |
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... "callejeamos pa arriba y pa bajo" por los verdes pasillo a los pies de los paredones ... |
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... terminando en el segundo arco, a cuyo cobijo echamos un pintxo. |
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Dejamos las occidentales alturas de Leyre, bajando por su tupida vertiente Sur hasta dar con el turístico camino de la foz de Lumbier. |
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Siguiendo las marcas perdemos altura por pistas y sendas en busca del fondo de valle , con la Higa e Izaga dominando en el horizonte .. |
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... plantandonos a orillas del río Irati,
justo sobre las huellas del antiguo ferrocarril. |
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A contracorriente paseamos hasta "las puertas" de la foz,
desviandonos al derruido puente del diablo ... |
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... tras lo que atravesamos el oscuro y húmedo pasaje,
evitando chocar de frente con el resto de la gente ... |
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... abriéndose antes nosotros todo un espectacular paraíso "salvaje", encerrado entre grandes paredones ... |
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... demasiado civilizado, abarrotado y que no dura demasiado..
aunque hay quien querría que no tuviera fin. |
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Fuera de la foz, cojemos el camino de Santiago que entre campos de cultivo nos hace retornar hacia Lumbier a la vez que bordeamos sus acantilados ... |
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... y nos despedimos donde empezamos,
con una bonita escultura del rey de estos parajes. |
Pero esta vez la despedida es un tanto diferente. Aunque cierra temporada, también lo hace "una etapa" que empezó hace ya ocho años de la mano de un gran amigo y compañero .. que nos brindó la oportunidad de conocer su pasión y compartirla, e incluso hay a quien se le dio más. Disfrutar de lo anterior y mucho más, haciendo descubrir bonitos rincones con los demás.
Ahora no podemos esconder la tristeza de dejar atrás los buenos y enriquecedores momentos que hemos pasado en el grupo de Etxabakoitz, pero también es el momento de tomar caminos diferentes que el dia de mañana compartirán un mismo destino.
Gracias por todo lo que hemos recorrido juntos y lo que personalmente me he enriquecido .. nos vemos en las montañas compañer@s !!!
Grupo de Montaña SDC Echavacoiz
👆#DeL RìO#👆
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