Recuerdo como si fuera ayer, aquella conversación en la que mil y una aventuras me ponían los dientes largos, algunas de ellas inalcanzables y otras más terrenales; que porque no, quizá el día menos pensado.. Ahí quedó una idea guardada en lo más profundo ; que de vez en cuando salía a flote, para ir moldeando y dejándola al gusto hasta tomar la forma perfecta en nuestras cabezas, esperando que se diesen las condiciones idóneas.
Al final con paciencia todo llega y el calendario nos ha dejado los días perfectos para ello. Con tiempo preparamos toda la logística e itinerario para cuatro días lejos de toda civilización, cargando con todo lo que necesitamos para una travesía por los colosos más significativos de Tena.
A las puertas de empezar, nos queda el remate final de la ENORME mochila, aprovisionarnos de víveres y lo más importante..el retorno desde el punto final. La solución es rápida, una invitación a comer bien y contando unas pocas indicaciones, tema zanjado.
Cuanto antes salimos de casa y muy tranquil@s para las fechas que corren, nos acercamos hasta la alta cuenca del Aragón para pasar noche más cerca .
La noche pasa en "un chasquido" y aunque suena el despertador con furia, aún nos quedamos cinco minutitos más, disfrutando al máximo de los pequeños placeres. A la segunda movemos y con ritmo nos preparamos, desayunamos y recogemos todo para salir "zumbando", pero parece que nos "a mirado un tuerto". Una mochila la tenemos con fuga. Sacamos todo y lo secamos como podemos y perdiendo el menor tiempo posible volvemos "a la ola" y nos vamos.
Con el día cojiendo su buen color, nos presentamos en el valle de Tena y como siempre, nos dirigimos hacia donde están todos los nubarrones del valle afincados. Vaya ojito tenemos siempre . Seguimos adelante, pues las nubes ya no nos asustan, y llegamos al baños de panticosa, donde no cabe ni un alfiler.
Aparcamos como podemos y a la que nos vamos enfundando las botas, el panorama se va despejando y eso sube la moral; que no dura mucho tiempo alta, pues el mochilón la tira por los suelos nada más empezar.
Primera etapa que desde baños de Panticosa sube a Infiernos por la vertiente sur. Descenso por la vertiente contraria a los ibones Azules. Recomendable casco. Datos GPS: 9 km; +1500 m, -720 m; 8-9 h.
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Dejamos Baños de Panticosa apuntando hacia el circo de Argualas y vamos zigzagueando hacia arriba a la sombra del arbolado ... |
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... que pronto queda atrás y nos plantamos en la Mallata baja,
de frente a las primeras moles. |
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A la espalda quedan bonitas vistas de "los vecinos" ... |
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... mientras vamos tomando altura con cada vez menos vegetación por el concurrido camino del Garmo... |
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... dejando a nuestros pies el Balneario de Panticosa ... |
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... y acabando entre cascajo en las faldas del Garmo Negro. |
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Abandonamos el buen camino para adentrarnos en terreno descompuesto y poco marcado, e ir ascendiendo en paralelo al Garmo Negro y la Aguja de Pondiellos ... |
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... llegando al collado de Pondiellos, viéndonos la cara con la vertiente S de Infiernos. |
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Nos aproximamos a ella por la cuenca de los ibones de Pondiellos y al paso por el collado de Saretas disfrutamos de bonitas vistas con Vignemale destacando. |
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Tras ponernos "fundas mentales", a la par del descompuesto corredor atacamos la pared S y trepamos varias "terrazas" con poca dificultad, aunque terreno algo suelto ... |
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... hasta la parte alta del cresterio, saliendo entre la cima central y oriental ... |
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... y llegando "a pie" hasta el Infierno Central (3082 m). |
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Foto de cima en el Infierno Central (3082 m). 👆 y Leyre. |
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Continuamos por la cresta, con algún paso estrecho y de echar manos ... |
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... a la vez que disfrutamos del nuboso y paradisiaco panorama que nos acompaña entre las dos cumbres. |
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Tras una paradita,
destrepamos "con pies de plomo" la descompuesta arista O ... |
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... que dejamos para seguir descendiendo por un abrupto sendero "a la sombra" del Garmo Blanco ... |
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... y que culmina junto a las aguas y pirámide de Tebarray. |
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Salimos del "hoyo" de Tebarray por el collado de Infiernos, desde él que enfilamos a las aguas de "los azules" y descendemos por la GR hasta ellos. |
Por delante quedan algunas horas de luz y aún así nos encontramos en los ibones Azules con casi todas "las habitaciones" llenas, y nos tenemos que apañar con lo que hay . Al poco de llegar, una amable pareja nos ofrece su sitio, pero ya estamos agotados y con todo desplegado, por lo que rechazamos la oferta y nos quedamos .
Sin esperar mucho, preparamos una buena cena caliente y con ella revivimos. Mientras un@ recoge "el comedor", el otr@ prepara un discreto murete para vivaquear protegidos y cuando empieza a menguar la luz estamos recogidos en los sacos y antes de salir la gran luna, ya hemos "cerrado el telón".
👆#DeL RìO#👆
Hola Oscar.
ResponderEliminarMe duele la espalda solo de imaginar el mochilón que llevabais!. Una buena alternativa a las subidas habituales a los infiernos, es hacerlo desde Sallent de Gállego, por el valle de Pondiellos, es una zona poco masificada y encima casi todo a la sombra, pero claro para hacerlo en travesía, igual no os vale ...
Estaré atento a las siguientes entradas.
Un saludo
Aupa Eduardo!! la verdad que pesaba y buff se notaba en el ritmo y todo.. pero como llevavamos la casa a cuestas tampoco nos importaba jejej. No conozco esa subida, la ojeare para otra ocasion.
ResponderEliminarSaludos