jueves, 7 de noviembre de 2019

"Vuelta al blanco Monarca". Buff entre Refugios.

En general cuando se trata de montaña solo se ven dos extremos. La cara "buena" con paisajes que te hacen "volar" y soñar; y por otro lado su parte trágica,más sensacionalista, que es la que por desgracia suele triunfar en la sociedad actual.  Pero centrándonos en su mejor parte, esta tampoco es que sea siempre un camino de rosas y para disfrutar, algunas veces toca sufrir.  Sin ir más lejos, hace un par de años en la vuelta al Posets nos tocó sufrir de todo tipo de inclemencias. Desde un primer dia con una ventolera de aupa; pasando por un segundo que empezó lloviendo, siguió nevando y acabó sin parar de llover. Un infierno en toda regla, que precedió a una jornada soleada y blanca para cerrar el círculo cumpliendo.
Pero la historia, bastante fatídica con "final feliz" se quedó a medias; faltando la vuelta a su vecino, el rey, el grande entre los grandes : El Aneto. Que pensando en llevarla a cabo al año siguiente, la condición física de uno no pasaba por su mejor momento; y después el escenario pegó tal cambio de color que resultaba una temeridad el plantearlo. Así que paso su oportunidad y  volvió a caer en el saco de pendientes.

Pasado más que de sobra el ecuador del año y casi pensando en ir desempolvando esquís (despacito y con calma), vuelve asomar la cabeza el plan y no lo dudamos mucho. Con tiempo llevamos a cabo los preparativos y solo queda que el sol cumpla su misión y "el mal tiempo" siga de vacaciones. 
Acercándose la fecha, la cosa se  empieza a torcer, y vemos empezar de nuevo otra "desastrosa" historia como en Posets. Un primer azote "invernal", pega fuerte en las alturas pirenaicas. Y aunque por un lado nos pone los dientes largos, por otro plantea dudas sobre el recorrido y nos hace pensar en que va a tocar hacer cambios. Para empezar buscamos plan b en las etapas, y al equipaje que teníamos listo, le sumamos "un poco de hierro" y con ello listos para ir a por ellas. Que aunque blanca en las alturas, parece que los cielos esta vez nos darán cierta tregua.

Antes de meternos en faena, viene bien un dia de paz, tranquilidad y buenos alimentos. En el que tampoco falta el par de visitas obligadas en Benasque y en las fechas que corren,  la aclimatación al fresco otoñal casi invernal. Con este último, sumado a la etapa reina con la que arrancamos, "bajamos la persiana" al poco de hacerlo el día y nos vamos a dormir liados con el tema de las horas.

Ni habiéndose dignado a salir el sol, estamos ya en marcha, sin mucha importancia de la hora . A buen ritmo, que el tiempo es oro, nos terminamos de preparar y cuando el sol quiere empezar a trabajar e ilumina las blanqueadas cimas, es el momento de partir. Más solos que la una nos vamos valle arriba, con un frío que supera con creces al de la noche y una vez asentados en la Senarta, lo último que apetece es salir. Sacando a lucir algo de valentía, rápidos nos forramos de pies a cabeza y con eso está ya casi todo dicho para partir.

Senarta- Ref. Cap de Llauset
Etapa 27 oct 2019. Datos GPS: 14 km; +1450 m, - 420 m; 8-9 h.

Con buenas caras y un largo e incierto camino por delante, 
damos el pistoletazo de salida a la vuelta del "monarca".
Amplia pista, que momentáneamente atajamos, 
nos hace entrar en calor bajo el monocromático arbolado ...
... hasta que dominamos sobre el profundo valle de Vallibierna ...
... a cuyo par avanzamos en una interminable soledad por la cómoda GR 11 , dejando atrás el valle de Benasque y viéndonos "bañados" por un tímido sol ...
...  a la vez que encontramos agua a borbotones ...
... y tras casi media etapa, nos presentamos en el puente y refugio de Coronas. 
Enmarcados en bonito paraíso. 
La pista da paso a un inundado sendero, por el que continuamos siguiendo la GR suavemente entre pinos hacia las blanqueadas cumbres ...
... pero una vez bajo ellas, viendo lo que hay, 
cambiamos al plan B y quedan solo como acompañantes en la etapa. 
Al otro lado nos escoltan "sus hermanos mayores" para llegar a la pleta de Llosas... 
... donde tras cruzar su barranco , ganamos altura guiados por las marcas en el bco. De Vallibierna sobre pastos sembrados de rocas  ... 
... que poco a poco se tornan nevados , 
mientras lejano queda Posets ...
...y una vez se ve todo blanco, 
aparecen las aguas del ibon bajo de Vallibierna.
Después de charlar con una agradable cuadrilla, cojemos la orilla N por zonas "sin casi manchar"y bordeamos siguiendo pisadas el casi helado lago  ... 
... tocandonos algun facil paso por rocas resbaladizas ... 
... hasta llegar al ibon alto, donde empieza la nieve enserio
 y apuntamos a nuestro próximo destino . 
Con la autopista que algun alma caritativa nos ha hecho,
 "arreamos" hacia arriba por las blancas laderas ... 
... que tras buena sudada y más de una hundida, alcanzamos el Coll. de Vallibierna. Donde a pesar del fresco, las vistas merecen parar un momento .
Nos lanzamos por la vertiente contraria en rumbo a las aguas del Estany de Cap de Llauset, llevandonos la GR hasta casi la misma puerta del refugio. 

Después del cambio de planes, con el sol cayendo a pasos agigantados llegamos al moderno refugio de Cap de Llauset. Con todavía olor a nuevo y mucha paz nos reciben cálidamente. 
Una vez  ubicados y preguntada información para la siguiente jornada, recaemos en la habitación. Sin tardar, vamos a por lo mejor después de un día de intensa y fría montaña. Una ducha caliente que reanima a un muerto y  deja como nuevo. Por delante nos queda rato hasta la cena, que pasamos repasando los detalles de la siguiente etapa y descansando mientra el dia se va apagando. 
Antes de lo pensado nos dan de cenar, unos platos hechos con "mano de abuela" que compartimos con una pareja muy agradable y tras lo que no tardamos en ir al catre.. pues pensando que la etapa reina la habíamos hecho, dicen que menuda nos espera.


Haciendo madrugar un poco más al guarda, empezamos el dia a buen ritmo y antes si quiera enciendan luces, ya tenemos mochila casi lista y quedamos a la espera en el comedor. Mejor, muchísimo mejor de lo que te puedes esperar a 2400 m de altura, nos empieza a servir un variado y suculento desayuno; que lo remata con el detalle de servir leche vegetal, mejor que en sitios más accesibles .Tanto nos encandila el desayuno y además añadimos que la etapa va a ser casi non stop , que echamos buen rato sentados, antes de volver a "subir a la ola".
Cuando los primeros bajan, estamos para ponernos botas, polainas y con la "zamarra" listos para partir. Nos despedimos (hasta dentro de no mucho esperemos) de la gente del refugio y con la agradable mujer que cenamos ayer, despidiéndonos en la puerta, salimos al salvaje escenario y a por la ardua tarea .


Ref. Cap de Llauset - Ref. La Renclusa
Etapa 28 oct 2019 Datos GPS: 12'3 km; +990 m, - 1250 m; 9-10 h.

Abandonamos la calidez de cuatro paredes y nos unimos nuevamente a la GR, que de primeras sobre nieve nos hace subir por la cuenca del Estany de Cap de Llauset ...
... hasta el collado dels Estanyet, donde damos con el desvío a la GR11. 5 
y nos deleitamos con bonitas vistas hacia el pirineo catalán. 
Con el terreno  "más colorido" y al acabarse "la autopista" , 
sacamos hierros para alejarnos de las aguas de Llauset ...
... abriendo profunda huella en ascenso por las laderas del pic d' Anglios y del pic de l' Estany Negre ...
... jugando a "de ibon a ibon y sigo por que toca", 
acabando junto a las aguas del Estany del Cap de la Vall.
Rodeado el ibon, nos metemos en el valle de Salenques ...
... el cual vamos remontando muy lentos, pero todo lo rápido que podemos, siguiendo con dificultades la GR y pasando penurias entre bloques y grietas ...
... acercándonos al inalcanzable collado de Salenques ...
... plantandonos en la boca de su canal, 
con agua pisandonos los talones.
La cosa se pone peleona. "Contra viento y marea", dirigidos por el porron de marcas, ganamos el pedregoso y medio nevado canalón ...
... para culminar en el pequeño collado de Salenques, 
pareciendo acabarse el blanco padecer .
Nada más pasar, empieza lo peor . Descendemos peleando y sudando cada paso entre los enormes bloques de la N de Salenques con la mirada fija en "el paraíso"  que limita con este infierno blanco...
... que al fin termina con nosotros desmoralizados y
pisando tierra firme cerca del ibon de Barrancs.
Recobradas algo de energías, una repechada entre rocas 
nos despide de Salenques y nos devuelve otra vez a terreno blanco ...
...que atravesamos sin problemas siguiendo "rastros", apareciendo enseguida una senda con la dirección de las aguas glaciares y que nos hace bajar a toda pastilla ...
... vigilados por "el rey" en un escenario cada vez menos rocoso ...
... que se va viendo adornado por pinos y pasto,
culminando en el plan de Aigualluts.
Por primera vez en el dia, la hora no ahoga y aprovechamos la paz del lugar para disfrutar aunque solo sea un poco de lo que nos rodea.
"Sin dormirnos en los laureles", vamos a por lo que nos queda y empezamos remontando las laderas de la tuca de Renclusa sobre el plan de Aigualluts ... 
... terminando la cuesta en el coll. de la Renclusa y 
"cuatro" pasos más hacia abajo nos llevan a nuestro último "hogar" . 

Echos polvo física y mentalmente entramos en el refugio, respirando al fin tranquilos y donde nos recibe un acosante gato negro. Con igual dinámica y después de en esta ocasión dar la información sobre la zona de Salenques , cojemos nuevos aposentos y  con todavía más mérito, nos reponemos a medias con la ducha caliente.
Lo que resta de día no es mucho y para cuando bajamos al comedor, ya está la perola a pleno rendimiento y nosotros con "la boca hecha agua". Igual que depredadores, tomamos posiciones en la mesa junto a otros dos compañeros y en cuanto sale "la presa", se hace un silencio sepulcral. En un periquete cenamos, dejando los platos casi fregados, y seguido respondemos a la llamada de la cama en este duro día.

Último día y los últimos empezamos el día en La Renclusa. Sin prisa, cosa poco habitual en este refugio, ni pausa dejamos todo en planta y tras ver el espléndido día que da comienzo, vamos al solitario comedor a por el desayuno. A pesar de lo que nos queda es un paseo poco salvaje, no perdemos mucho el tiempo y cuanto antes terminamos con lo que queda .
Quedándonos enfundar las botas, esta vez no supone un martirio. A pesar de tener un segundo día fatídico en la vuelta, este no le llegó ni a la suela del zapato al que sufrimos en la vuelta al Posets. Listos a una hora prudencial, los gatos nos "escoltan" hasta la puerta y despidiéndonos, salimos en busca del final.

Ref. La Renclusa- Senarta 
29 oct 2019. Datos GPS: 13'5 km; +290 m, -1050 m; 6-7 h.

Viéndonos diminutos ante tanta grandeza emprendemos la vuelta , descendiendo por un serpenteante sendero envueltos por la sombra mañanera y los pinos del barranco de La Renclusa ... 
... contactando con el sol y "la civilización" en la Besurta.
Ante nosotros se abre verde y alpino el inicio del valle de Benasque ... 
... por el que en agradable paseo, tranquilos como en ninguna etapa, avanzamos sobre las tierras que ven nacer al Esera ...
... con la vista cautivada por las blancas alturas de Maladeta y Alba ...
... aunque sin menospreciar a "los vecinos" de enfrente ...
...  a cuya sombra vemos el hospital de Benasque , 
pero de fuera evitando cualquier tentación "de tirarse del barco". 
Tras un efímero momento de carretera; la GR, fiel compañera,
nos manda por una senda en la que afrontamos la única cuesta sería del día ...
... envueltos por el salvaje paisaje otoñal del valle del Esera, culminado por las alturas de Remuñe y Lliterola ...
... y sin apenas sudar, ante nuestros ojos tenemos los tétricos Baños de Benasque.
Rápidos, no sabemos si por miedo o ganas de acabar, enfilamos laderas abajo hasta casi bañarnos en el río ; oliendose ya el desenlace de la aventura .
A favor de la corriente llaneamos por amplia pista que contornea las aguas del Esera a la sombra del bosque de Cregüeña ...
... y sin comité de bienvenida llegamos al plan de Senarta,
poniendo fin a la bonita y blanca vuelta del Aneto. 










👆#DeL RìO#👆

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