"Las maravillas a la vuelta de la esquina"

Llega un nuevo fin de semana, que para much@s no se diferencia en nada del resto de la semana, otro más en que las cosas no salen como uno planeaba o quería y eso parece motivo suficiente para darse por vencido o dejarse invadir por la tristeza. En vez de eso, hay que buscar el lado positivo de lo negativo, disfrutando de los detalles que te rodean en el incierto camino y que en menor o mayor magnitud, no tienen nada que envidiar a tu deseado destino. Además tarde o temprano llegarás , la elección está en tu mano de qué forma elijes avanzar hasta él .

En la mayoría de las ocasiones, estos nos llevan lejos;  atravesando fronteras, cruzando mares y montañas y pasando largos días. Pero rara es la ocasión en la que no caen en el olvido o casi llegamos a menospreciar lo que tenemos "en la puerta de casa".. cosas que en estos días oscuros, en los que la libertad se ha vuelto un bien tan preciado, tanto estamos valorando y tan buenos momentos nos están dejando en los ratos que salimos a recorrer "las maravillas a la vuelta a la esquina".

Justo cuando se abre "la veda", todavía reina la oscuridad pero es cuando se respira más tranquilidad. Esta vez en compañía de una pasada luna llena ...

... que al poco de echar a pasear, se ve "eclipsada" por la  Sª de Tajonar en primer término y  la Higa de Monreal detrás.

Admirando el grisáceo panorama sobre la cuenca de Pamplona.

Conforme subimos las laderas del discreto Oihana, la capital foral queda a nuestros pies y en el horizonte "dominan" el conocido cabezón de Etxauri (Sarbil) al SO ...

... afinando la vista en rumbo S, la Sª de Alaitz y sus característicos "boquetes" ...

... hasta que en lo alto, podemos otear al NO  la vertiente meridional de San Cristobal (Mt. Ezkaba).

Desde el primer momento casi, teníamos vistas hacia la Sª del Perdón, y hasta la cima no se llevó protagonismo ...

... y este que asoma hacia el E, ¿Peña Izaga?.

Bajamos por los húmedos y tupidos caminos de la vertiente N ...

... que a veces nos deja ver "la boca" del valle de Esteribar.

Contraluces entre la "maraña".

A los pies de Oihana nuevamente ; se quiere abrir el soleado reino de los cielos ...

... y fijado un nuevo rumbo, damos de frente con el Mt. Ezkaba en todo su esplendor.

En la frontera que marcan las aguas del rio Ultzama, damos por terminado el matinal y panorámico paseo por "los jardines" de casa.

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