"Un comienzo de leyendas": Circular Tella

Si a día 31 de diciembre, nos dicen cómo iban a cambiar nuestras vidas hasta ahora mismo.. más de un@ se hubiera atragantado con las uvas y el resto se habrían partido de risa. De la noche a la mañana todo cambia y con ello nos echa por tierra todos los planes que traíamos bajo el brazo. Y qué haces? Lloras, pataleas y te resignas? Ni mucho menos. Buscas otras opciones, porque no es todo blanco o negro.

Muy a nuestro pesar, abandonamos las ideas de los Alpes y las cambiamos por lo que tenemos en "casa". Podía ser la playa, pero unas vacaciones sin montaña no lo son y así planeamos al gusto una pequeña vuelta por ambas vertientes de los Pirineos ... sufriendo hasta el último día ,por si de nuevo nos "cerraban el grifo"; aunque sin perder la esperanza y con la mochila preparada.

Según lo previsto;  cero prisa, sin pretensiones, sin objetivos para este primer día, emprendemos viaje con la única intención de disfrutar de lo que venga entre montañas. De camino a nuestro destino, no dejamos de mirar la meteo que nos espera, pues parece que el anticiclón quiere hacer la maleta y nos pinta un feo panorama para más de una jornada. En vez de amilanarnos ,nos centramos en el hoy y regresamos al recóndito pueblito de Tella, para conocer esta vez sí que sí las tres pequeñas ermitas.

Respirando "misticismo" pirenaico, salimos del pueblito de Tella
 por un claro camino junto a la iglesia ...

... que sin pérdida ni esfuerzo, entre vegetación nos lleva al primer escenario, la ermita de San Juan y San Pablo a los pies del Puntón de las Bruxas.

A pesar de que no tocaba, la cabra siempre tira al monte y a sabiendas; cojemos una cerrada senda entre matorrales, teniendo que echar manos en varios fáciles pasos ...

... y dejando por un momento de lado el recorrido de las ermitas ...

... vamos deleitando a la vista con la garganta de Escuaín, las tres Marías, el pico Añisclo y uno de nuestros objetivos, Las Olas ...

... hasta dar a lo más alto del peñasco,
cimilla del Puntón de las Bruxas.

De nuevo en el recorrido, seguimos rodeando el tozal de las Cazcarras con leve subida y que nos hace pasar a la par de la ermita de Nuestra Señora de Fajanillas ...

... y sin dejar de subir mientras nos alejamos del tupido tozal ; llegamos hasta la tercera y última. Ermita de la Virgen de la Peña.

Divisando Tella a tiro de piedra,  completamos la vuelta de las ermitas bajando por una sendita hasta sus callejas y volviendo junto a la iglesia.

Ya fuera del pueblo, unas curvas más abajo ... el dolmen de Tella.

Después del relax activo, es momento de entrar en materia con algún ligero cambio de última hora. Así nos presentamos en el valle de Pineta, con el reloj haciendo cuenta atrás para dar comienzo al duro juego.

🗻 Del Rìo 🗻