Ya vienen los reyes magos y con ellos el final de las celebraciones, trayendo como regalo un día radiante después de tanta monotonía grisácea. Pero no todo lo que reluce es oro y sigue sin ser momento de "grandes hazañas". Puede que las ganas nos lancen a ello o esa ladera blanca e intacta nos tiente a dar los giros de la temporada, esto solo acaba de empezar y las condiciones mandan esperar.. aunque siempre algo se pueda hacer. Mil y un factores, junto a un par de cerebros estrujados van cercando las apetecibles posibilidades.. y con no pocas dudas de si la elección es la mejor, nos decantamos por volver a los pies del Orhi y cojer el suave y redondeado cordal de Otsogorrigaina sin ningún objetivo marcado.
A la noche despejada, en la que vemos que no hemos debido de ser muy buenos al no haber nada bajo el árbol, le sigue un gélido comienzo del día que nos pilla con el moco helado y montándonos en el "frigo rodante", para ir en busca de la verdadera sorpresa. Según avanzamos ,en un escenario casi solitario de campos con una fina capa de "glaseado" y las montañas "montadas con nata" , hacia el extremo Oriental de la gran cordillera fronteriza; el termómetro se desploma todavía más y sin compasión alguna toca fondo en los -9ºc, al entrar de lleno en el valle del Salazar. Con el compañero no invitado nos encaminamos cuesta arriba hacía Abodi y conforme nos acercamos al final, va perdiendo fuelle hasta quedar unos números, todavía "rojos", pero que se dejan aguantar mientras nos preparamos ante el día tan radiante.
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Desde el mismo parking nos montamos sobre las tablas y viendo el cordal de Otsogorrigaina nuestro terreno de juegos nos alejamos de las pistas de Abodi ... |
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... encaminándonos hacia el llamativo Orhi, al que no veíamos desde la era "pre-Covid" y además vestido con la misma blanca elegancia. |
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Dominando sobre los parajes arbolados más orientales de la Selva de Irati ... |
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... y a la sombra del cordal Pikatua-Orbizkar, en casi total soledad, vamos remontando sin dificultades la blanca carretera del puerto ... |
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... sufriendo en algunos momentos el azote de fríos vientos y la nieve que arrastran ... |
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... presentándonos, con los placenteros rayos de sol, en las puertas del túnel de Larrau, que esperábamos encontrar sepultado o apunto. |
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Al otro lado del gélido túnel y tras pasar, con todas las precauciones, una cargadísima ladera; nos plantamos en el alto de Larrau, cara a cara con las alpinas cumbres que se desprenden desde el Orhi. |
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Quedando las "tentaciones" a la espalda y para otra ocasión, sobre la venteada y llana línea fronteriza foqueamos rumbo a Otsogorrigaina ... |
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... contemplando las verdes tierras de los valles de Salazar y Roncal ... |
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... hasta acercarnos a las tiesas y sobrecargadas laderas de Orbizkai , que sin tenerlas todas con nosotros.. ahí se quedan impolutas para otra ocasión. |
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Protegidos de las rachas tras un puesto palomero; nos tomamos un descanso y mientras disfruta el paladar, dejamos a la vista soñar con las cumbres pirenaicas de Anso, Hecho y Aragüés. |
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Las ganas no quieren acompañarnos ya de vuelta y los ojos se nos van
hacia las desapercibidas cotas anteriores a Orhi txiki ... |
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... que tras pasar de nuevo el túnel, las elegimos como una buena "consolación" ... |
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... ascendiendo por las caldeadas y suaves laderas de Iturzaeta sobre el extremo oriental de la selva de Irati y en paralelo a la pirámide blanca de Muxumurru ... |
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... llegando a lo alto de "ninguna parte"
de la arista que cae desde el Orhi ... |
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... pero qué nos deja, con el fastidio del incansable aire, otear el precioso panorama hacia Larra-Belagua. |
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Foto de no cima en las alturas de Larrau, antes de empezar la "diversión". |
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Aprovechando una pequeña tregua del aire, quitamos las focas y nos tiramos
por las pequeñas laderas del primer dosmil desde el Cantábrico ... |
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... esquiando sobre un blanco manto "celestial" hasta saltar de los esquís al auto y poner fin a esta pequeña vuelta de "reconocimiento".. para en la próxima "saborear la gloria" 😜. Foto de Leyre |
🗻Del Rìo🗻
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