Vuelta a "las cumbres txiki" del cordal N de la cuenca

Si algo se puede afirmar con toda seguridad de que nunca va a cambiar, es nuestra certera puntería vacacional.. en la que vemos pasar con la boca abierta y "babeando" una semana previa brutal, y nos toca una en la que tener que lidiar día sí y día también sobre todo con "los cambios de humor" de la madre natura. Experimentados de sobra para la situación, mil y un planes sobre la mesa y con las mochilas cargadas, incluyendo "porsiacasos"; vamos a por una de esas excepcionales semanas, en las que lo último que apetece es que llegue el viernes.

Explotadas prácticamente al máximo las horas laborables del sol, parece que es el momento de recogerse y descansar, mientras esperas que uno nuevo comience; pero todo lo contrario. Con el buen escenario montañoso al que tenemos la suerte de poder salir desde la misma puerta de casa, montamos plan en un abrir y cerrar de ojos. Más rápidos todavía, cambiamos parte del vestuario, echamos a la espalda lo poco que hace falta para "combatir" la oscuridad y nos calzamos para la acción "tardía".

En pleno espectáculo de luces y grises nubes sobre la cuenca de Pamplona ...

... desde las orillas del Arga, cojemos la GR 220 y ascendemos entre robles sin preámbulo por el cordal del monte de Uharte ...

... llegando a dominar sobre toda la capital, alrededores y parte de sus montañosos límites, desde la misma cumbre de Oihana ( 594 m).

Apenas duramos unos instantes por lo mas alto en mente esta una bonita "cita" con el atardecer y tras conquistar los restos del castillo; continuamos en tiesa bajada por la resbaladiza GR sobre la linea divisoria de la vertiente occidental, cayendo hasta "la frontera" con Villava.

Junto a una de las cinco Trinidades erigidas en Navarra nos encaminamos todavía guiados por la GR a por la vecina cima, debiendo salvar las aguas del Ultzama y seguido "enfrentar" el mayor de los peligros, cruzar la carretera entre Villava y Arre ...

... a la arbolada y sombría cara "salvaje" de la mole de Ezkaba; por la que damos todo, chapoteando tieso para arriba por su eterno barrizal en el último "repechillo" ...

...dejándonos en el cordal limítrofe; donde tras otear de nuevo sobre las tierras de la cuenca, lo recorremos a la carrera por el sinuoso pasillo vegetal ...

... llegando a la cima del Ezkaba Txiki ( 595 m),
con la función frustrada y que tocara para la próxima.

Con un atardecer que no ha sido para tanto habrá que volver,
👆 y Leyre en el Ezkaba Txiki (595 m).

Acechados de cerca por la oscuridad aun por lo alto del límite septentrional, avanzamos a toda mecha hacia la señera cumbre de Pamplona, buscando dar media vuelta en el paso de Azoz  serpenteando por la estrecha GR 220 ...

... y una vez caemos por la vertiente urbanita, a la luz de los frontales, faldeamos ambas cimas de vuelta a las orillas del río Arga... dando por concluida una jornada bien exprimida.

🗻Del Rìo🗻