Via Ferrata Huerta de Rey

Ni por asomo satisfecha la motivación de "recuperar el tiempo perdido" con la ruta corta y pasada por agua al ibón de Acherito. Con los cielos cayendo sobre la tierra sin tregua y el cuerpo de regreso para casa el mismo domingo; la mente viaja en dirección contraria, esbozando una nueva aventura que en su momento pensamos que sería la primera montaña a la que iríamos cuando nos devolvieran la libertad. Y ahora, con el final de la semana acompañado de más finales, es el largo comienzo de la misma.

Mirando y remirando la meteo cada día, lo más claro que vemos conforme se acerca el día son las dudas. A pesar de ello dejamos los equipajes medio montados y apuramos todo lo posible hasta tomar una decisión definitiva. Cierta mejoría en la previsión, parece que nos encauza por buen camino; pero las condiciones que se esperan por las grandes alturas tiran por tierra cualquiera de nuestras "buenas" ideas.. y en la montaña, como en la ciencia, la paciencia es la clave de la "victoria".

Acto seguido a cancelar el plan, en lugar de tirar la toalla, buscamos otra alternativa. En un abrir y cerrar de ojos, que si antes en "casa" teníamos opciones ahora el abanicó es infinito, restamos peso al equipaje y nos decantamos por complacer el deseo que un servidor tenía desde hace tiempo. Volver a los origines castellanos de los que uno proviene y conocer nuevos horizontes montañosos.

Poco aprovechado un bonito viernes, al son de lo que dicta la canción, vamos camino Soria y al que auguramos como un gran fin de semana pero cual no lo es?. Entre el canto de grillos y los coros de sapos y ranas, con la noche echada zanjamos el día en los campos del monte Valonsadero.

El rugido de lo que parecen fuertes vientos, que "mucho ladran y poco muerden", nos despiertan en un día medio gris y medio soleado en el que puestos guap@s para la faena, tan agusto desayunamos en " la terracita" de la furgo y a pocas se nos pasa media mañana.

Continuamos el viaje hacia el interior de las rurales y cada día más despobladas tierras de la vieja Castilla, cruzando los bonitos parajes del cañón de río lobos y llegando a la frontera entre Burgos y Soria a mitad de media mañana, donde tenemos faena a cada lado. Para empezar suaves y entrar en materia ferratera nos vamos a Huerta de Rey. Ni lechugas o cebollas, ni coronas nos reciben en ella; pero encontramos una fila como la de espera en la carnicería al pie de vía y bastante "tráfico" recorriéndola. Sin perder un segundo nos equipamos para TODO y a armados de paciencia buscamos un final para ir a un comienzo.

Desentonando entre paseantes "vestidos de domingo", en menos que canta un gallo nos plantamos a la par de la carretera y en la cola de la vía Ferrata de Huerta de Rey; donde muy amablemente el grupo de adelante nos ofrece pasarles y aunque de primeras lo rechazamos, insisten con tal amabilidad que acabamos por hacer aprecio da gusto cruzarse con gente de este gran calibre, GRACIAS y apenas dejando al segundero avanzar unas vueltas, echamos las manos sobre la primera grapa.

Superamos de primeras dos resaltillos "grapados", que nos llevan a pasar una aérea y fácil travesía sobre la carretera por "el espolón del aguilucho" ...

... bordeándolo al final a pata, todavía enganchados a la línea de vida ...

... con un ambiente demasiado "urbanita",
pero mirando al detalle también con cierto colorido encanto ...

... llegando a la curiosa y pequeña cavidad en espiral ...

... que tras atravesarlo agachados, rematamos la primera parte de la vía con un corto y destensado puente tibetano.
Foto de Leyre

Con rumbo claro y cruzándonos con quiénes han terminado;
nos metemos en la segunda parte, afrontando una serigrafiada laja vertical ...
Foto de Leyre

... qué directos nos deja en uno de esos inestables puentes de dos sirgas, que toca atravesar apretando hasta los dientes con los meneos que da el aire y al otro lado encontramos la sorpresa de una variante K4 ...

... dejándola por el momento en el tintero y tirando para arriba por un murete vertical con ligero desplome ... Foto de Leyre

... damos, contemplando el vallecito del río Arandilla ,a la parte
más interesante y "complicada" de la vía, la escalerilla de cables

Un pequeño atasco nos da un rato de tregua, que aprovechamos en "investigar" ese K4 y recuperar fuerzas; y antes de que nos demos cuenta nos metemos en el jaleo, subiendo por la escalerilla que nos hace rotar sobre ella misma al son que marca el viento y con una salida desplomada y que no da lugar a relajarse por roca plagada de hierros...

... llegamos a la parte más alta y damos por finita
la vía ferrata de Huerta de Rey; que sin ser difícil ni mucho menos larga,
 esconde pasos curiosos y "diversión'.

Foto de Leyre

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