viernes, 6 de mayo de 2022

Corriendo por Costa Quebrada: Arnia- El Matadero

Se dice que si lo bueno es breve, dos veces bueno. .pero seguimos sin verlo y  cuando más agusto estas, el final de la aventura improvisada llama a la puerta. Las montañas entre Cantabria ,Burgos y Palencia, su escasa nieve, las aguas del Ebro y las deliciosas tentaciones típicas de estas tierras que algunas se viene con nosotr@s acaban a la espalda y ponemos rumbo a casa con todavía un día de por medio y un último destino. Queriendo complacer a todos los gustos, cambiamos radicalmente de paisaje.. de la montaña al mar, recayendo a la hora de "planchar la oreja" por Liencres.

Movida o más bien "mosquita" noche nos lleva hasta el comienzo de un amenazante día gris, que no es capaz de impedir que nos calcemos las zapatillas al punto de la mañana. Sabiendo que tal y como se presenta el escenario, resulta poco apetecible para ir a la playa, nos lo podemos tomar con relativa calma. Tras un acopio de mas "tentaciones" (sobre todo dulces por si no teníamos suficientes) en la pequeña despensa; guiados por carteles y lo que canta el móvil, marchamos por las estrechas callejas de Liencres y carreteruchas entre verdes campos con lo que nos plantamos en la playa de Arnia.
Direct@s y resistiendo el llenar el buche, terminamos de ponernos "guap@s" y saltamos como "visitantes" al terreno de juego sumido en una tranquilidad solo interrumpida por los ruidos de la naturaleza.

A los cuatro pasos de salir, nos asomamos sobre las frías aguas cantábricas y las peculiares formaciones rocosas, trabajadas por agua y viento cual esculturas dignas del mejor de los museos, de la playa de Arnia nos cautivan por largo y solitario rato. Casi quedando medio "congelad@s", decidimos ponernos
 las pilas
un poco a regañadientes y arrancar de verdad.
Foto de Leyre
Fuertes echamos a desgastar la suela de las zapatillas y alejándonos de
 la playa de Arnia, avanzamos en casi llano a la par de los acantilados
entre mucho verde y algo de colorido ...
... pasando junto a un bufón, que es difícil no verlo ...
... mientras las alturas, aunque pequeñas y no
por mucho rato, siguen robando nuestra atención ...
... y no tardando en caer de nuevo al nivel del mar, en la playa de Portío;
desde la que se ven más murallones quebrados que sobresalen de las aguas.
Rodeados por un lado de peculiares parajes costeros
que oye también tienen su encanto como las alturas ...
... mientras al otro domina un
ambiente primaveral y florido ...
Foto de Leyre
... con demasiada civilización cercana, seguimos recorriendo el sinuoso sendero sin apenas desnivel que haga sudar y viéndonos obligad@s a sortear un pequeño tramo ,en que el suelo ha caído al mar, entre callejas y con alguna que otra equivocación ...
... recalamos con olor a "chamusquina" y  "señales de humo",
en la playa de Somocueva ...
... no parando demasiado en ella, y desviándonos
un poco del camino original a un abrupto saliente
desde el que contemplamos lo poco que
nos queda ya de recorrer la costa quebrada.
De nuevo en la senda litoral, dejando atrás la civilización que nos ha acompañado durante todo el rato, sin apenas cansancio le entramos a las mayores cuestas del recorrido y apretando un poco a la maquina sobre verde alfombra ...
... coronamos de pasada una discreta altura costera ...
... y por la vertiente contaría, seguimos para abajo hasta la amurallada playa del matadero, donde por esta vez ponemos fin a la ida.. aunque lo que se ve más hacia allá tiente a seguir. Alguna escusa tenía que quedar para volver.
Foto de Leyre

Por un rato tomamos asiento en lugar cómodo y disfrutamos a placer.
Casi sol@s por completo escuchamos el romper del oleaje, contemplamos
 el vuelo de gaviotas y el admirable entorno que nos rodea; echando a la
vez algo ligero al cuerpo como desayuno y combustible para la vuelta
que el tiempo va pasando y la cruda realidad se acerca.
Antes de que se deje notar demasiado jaleo turístico, levantamos asentamiento y venciendo a la pereza echamos a correr  por los mismo caminos, bahías, cabos y playas que ya habíamos pasado pero desde la perspectiva contraria ...
... y a toda pastilla volvemos para atrás hacia la playa de Arnia como primer y bonito final; siguiendo después más, todavía mucho más al Este para llegar al destino final en el que despedimos estos buenos días sacados de la manga y las largas aventuras hasta las proximidades del verano.
Foto de Leyre
18 abril'22
🗻Del Rìo🗻

2 comentarios:

  1. Hola Oscar.

    Menuda gozada poder disfrutar de una buena carrera por el borde de los acantilados con esas vistas y formaciones. Como siempre, aprovechando muy bien los ratos sueltos.

    Un saludo

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    Respuestas
    1. Es una zona muy chula jeje, tanto que a cada rincón te parabas a admirarlo y casi no te dejaba correr. Pero se queda pendiente el volver por la zona que debe haber una carrera que tiene muy buena pinta por estos parajes jejej

      Saludos =)

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