Basta que hables algo para que el mundo con toda su mala leche, te de en toda la boca. Y es que en una conversación de estas que tienes con un pincho en la mano después de darte un poco de gusto grisáceo gusto sobre las tablas por el monte; dijimos, viendo lo que nos rodeaba, que la nieve por las bajuras tiene los días contados. Ni pasada una semana nos vemos acechados por un frente, que trae frío digno de un duro día de invierno y previéndose una nevada "épica" que ni en los casi 89 días en que debería a ver caído.
El viernes amanece con una fina caspa blanca, que conforme se va asentando el frio día va dejando aflorar de nuevo el suelo, siendo nada más como una carta de presentación al mundo urbanita que sigue su curso con normalidad. Mientras pensamos e imaginamos como se estará poniendo la cosa por "arriba" arriba cerca de casa también; ya casi pasado el día, el cielo se torna gris y a ratos va soltando con furia grandes copos de nieve.. lo que nos hace bajar la persiana con la incógnita de si el fin de semana prendera la mecha tal y como estaba anunciado , será mejor = más blanco o peor.
Faltando sonar villancicos en pleno mes de abril, somos testigos de la mayor nevada en estos lares de todo el invierno fuera del mismo y es una situación que no se puede dejar desaprovechar, aunque solo sea para ver y pisar una vez más un blanco manto recién caído.
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