Cumplidos los propósitos tresmilistas del viaje; colgamos las botas ya para lo que resta de estos días y con ellos ya para lo que queda de verano. Pero ahí no se acaba el mundo ni el monte.
De forma diferente, aprovechamos el buen tiempo y la paz que reina en algunos rincones de este lado del pirineo. Desde tirándonos en verdes prados, disfrutando de cosas tan sencillas como el paso del tiempo, la compañía o los más minúsculos detalles que alberga un bonito lugar.
La inquietud que llevamos de serie también hace acto de presencia y nos obliga sin oposición ni malas caras a calzarnos los pies de gato. Primero descubriendo el mundo del boulder en los bloques de Pont de Camps, en los más fáciles con la compañía de niñ@s pero los comienzos siempre mejor desde abajo.. lo demás ya llegará con el tiempo. Rematando la escapada nos atamos a la cuerda con ya poco fuelle por Sandinies y sin una gota de energía por La Falaise... para vernos inmersos en unas semanas en las que bajar el listón esperemos que no tanto como lo pintan y podamos seguir aunque sea por lo más bajo de la montaña.
De camino hacia los bloques de Pont de Camps. Nuevo frente que se pone delante, por si ya teníamos pocos abiertos 🤪. Foto de Leyre |
☝️ escalando en el sector B46. Fácil escalada, pero desde cuándo se empieza una casa por el tejado? Foto de Leyre |
Encordando a pie de la vía Bienvenidos a Sandinies (V), con las montañas de Panticosa como telón de fondo. |
Leyre superando el pasito que echa un poco para atrás en la bonita vía Álvaro Castillo (V). |
Haciendo "malabares" un servidor para cambiarse los gatos, ni eso lo hacemos fácil. Foto de Leyre |
La Falaise de Moustarde.. tocará volver. |
🗻Del Rìo🗻
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