Un día cualquiera un amigo y gran ferratero eventual, me comenta que tiene algún día por ahí libre y que si se puede cuadrar agendas, estaría bien meterse en algo interesante de monte o lo que se tercie. Y la propuesta ahí queda latente, a la espera de que ese posible día se de. Que como todo acaba llegando y después de tirarme alguna.. deja en mis manos "el pastel", aunque no sabe que ya esta casi solo a falta de "hornear" y de que acepte su parte. De contar la propuesta a recibir la respuesta ni segundos, pero la emoción de alguno 😜se desborda después de un rato y algún que otro vídeo.. quedando poco más que decir que la hora de salir y esperar a que las manecillas del reloj la marquen de buena mañana.
De buena mañana con el mundo echado a rodar en el último día de lo duro de la semana, nos reunimos el dúo dinámico y de otra manera también echamos a rodar.
Viajamos primero a tierras alavesas, luego burgalesas y definitivamente de nuevo en Álava, a orillas del Ebro, recalamos en el pueblito de Sobrón. Bien conocido para ambos después de hacer la que por entonces era su única vía ferrata, ahora es el momento de ponerle punto final a ese capítulo y parece que con el escenario para solo nosotros. Mientras nos preparamos llega un solitario ferratero que tras cruzar un rato palabras arrea para allá primero y nosotros al poco seguimos el mismo camino.
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Llevando todavía los pies en tierra nos acercamos en apacible ambiente natural hacia la faena por donde unos postes nos guían a la contra de las aguas del Ebro, pasando junto a las ruinas del antiguo Balneario y a la afilada cresta; para antes de llegar de nuevo a la carretera, "respirando ya cierta tensión", enganchar una sendilla que termina por poner a tono y a pie de vía. |
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Nadie por delante el chico ha debido ir como un cohete y para nuestra suerte tampoco por detrás nos brinda absoluta tranquilidad y una vez que todo está bien y en su sitio; despegamos los pies del suelo y vamos ganando altura por tiesa pared ,que va fuerte desde el primer momento, dando estirados pasos por muy alejadas grapas, tirando de algún que otro agarre natural y viéndonos obligados a "descifrar" mucho apoyo de pie en la roca mientras por abajo queda la a veces ruidosa carretera ... |
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... y una vez dominamos sobre un otoñal paraje boscoso de las vecinas tierras castellanas ... |
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... manteniendo casi la misma altitud; avanzamos ,algo tumbados a la "mala" dirección, en lateral por largo y largo, sin pasos especialmente complicados pero teniendo que casi lanzarnos a enganchar muchas grapas y cuando están los brazos echando humo, un cacho después de pasar el primer escape ... |
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... afrontamos, medio bailando en el vacío una pierna y un brazo, una primera esquina rocosa con grapa "escondida"; a lo que sin descanso sigue más petada de brazos en flanqueo con algunas trepaditas interesantes y divertidas tras las que ya viendo el último escape, resolvemos otra esquina con suma destreza.. y por unos instantes, nos colgamos de la pared para recuperar la entereza sin aceptar por un momento que la retirada sea LA opción. |
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Echando la vista adelante entre impresionantes agujas se distingue el primero de los grandes puentes a los que nos dirigimos ... |
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... peleando un poco más por la rojiza y vertical muralla, terminando por ganar mas altura a la vez que nos adentramos en lo que resta de ferrata sin posibilidades de escaqueo... |
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... y nos planta, a pleno sol, cara a cara con el puente tibetano. |
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Respirar profundo. Templar la cabeza y paso a paso sin prisa atravieso primero los 45 movidos metros del puente, mientras en la orilla los nervios se apoderan de la situación. En cuanto tengo los pies pegados a la otra pared, sin titubear sale Unai a jugar a los funambulistas y mucho mejor de lo que se imaginaba e incluso inmortalizando esos tensos minutos... |
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... nos reencontramos en la separada aguja, entre verticales parajes salvajes y bajo el vuelo de los buitres. |
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Rodeando en ligero descenso la aguja con apenas unos largos pasos que contamos con los dedos de la mano, damos al otro lado con una cabeza de carnero colgando de la pared y al divertido momento de salir. |
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De nuevo en primer lugar me dispongo a surcar la delgada y colgada línea, y a los pocos pasos noto los disipadores demasiado tirantes, viéndome obligado a recular. Apañada la situación con la cacharrería que puede parecer estar de más, cruzamos el puente de uno en uno con más meneo y engorro que en el otro, al tener que pasar los mosquetones en varias ocasiones, ... |
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... continuando por un destrepe escueto de grapas y rematando la colgada diversión con un puentecito de dos cables ... |
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... que nos planta sobre una losa medio despegada de la pared, un buen lugar donde reposar con los pies en firme y en la vertical recta final de la ferrata. |
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Viendo el suelo y el final muy abajo, pasamos ha admirar un instante el colorido y agreste desfiladero excavado por el Ebro ... |
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... para centrarnos después en la faena, que sin dar respiro ni queda demasiado, ya arrastrando un cierto cansancio nos va haciendo bajar con esa dinámica de pasos largos entre grapas o destrepar por la cálida roca hasta que dejando sobre nuestras cabezas unos cuantos metros de paredón.. pisamos suelo firme y damos por finita la vía ferrata Harri Gorri. |
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Faltando tan solo volver pero con los pies en la tierra, inmortalizamos el final de esta bonita ferrata ... ☝ y Unai |
en la que en hemos visto algun momento chungo y dudado de porque nos hemos metido en estos jaleos pero aun así hemos tirado, disfrutando a la par que "sufriendo".. y ahora que será lo próximo 😜 k6?.
14 oct'22
Hola Oscar.
ResponderEliminarUna k5 no esta nada mal. Se ve una ferrata entretenida y con su punto de dificultad, por la falta de material Los puentes, sobre todo los dos primeros se ven largos y es poco habitual, que en una vía ferrata, se destrepe.
Lo que me ha resultado curioso, es la cabeza de carnero 😅.
Un saludo
Aupa Eduardo.
ResponderEliminarEs una ferrata bastante exigente, en mi experiencia de las más que he hecho. No da respiro de principio a fin y poco sitio para descansar jeje. Pero como dices eso la hace muy entretenida jeje.
Los dos puentes tienen como 45 m y se mueven bastante jajaj, y el final en destrepada es muy peculiar. Hay a quien ya eso le sobraba y después de toda la paliza en brazos costaba bajar.
El equipador es un hombre curioso jejej. En el primero debe haber también un diablo sicado a la roca, pero la verdad que estaba a otra cosa y no lo vi.
Tendrás que animarte a venir a esta ;)
Un saludo
Tiene buena pinta. La pongo en actividades pendientes y en cuanto surja la ocasión iré a "disfrutarla". Gracias por la información ;-)
ResponderEliminarMerece la pena esta ferrata, para mi ha sido de las exigentes mas físicamente y esta muy chulo el recorrido. Acordaros que hay que hacer reserva por internet para acceder a la misma y según fechas se paga un importe.
EliminarSaludos y gracias a ti por echarle un ojo :)