Buen tiempo y puente son un cocktail explosivo. Que tiene como consecuencia un éxodo masivo. Por si el "regalito" de estos últimos días de Octubre fuera poco; por cosas del destino, citas y temas de no acabar desheredado aunque igual entre tantas veces de preocuparse en estos años ya no haya remedio, hacen que mi idea de pillar la delantera se vea frustrada. Así, irremediablemente toca amoldar el planning a lo que hay; armarse de paciencia, ir con tranquilidad y llegar a destino.
Los atascos empiezan sin apenas salir de casa o tocar carretera, en la misma gasolinera como si regalasen "el caldo". De ahí todo listo y pongo rumbo E, hacia tierras catalanas conmigo mismo de único acompañante. Conforme la luz del día va a menos, también lo hace la distancia del viaje que tras más de la mitad sin saber si estaba aquí o allá pero seguro de ir bien.. consigo llegar, en el oscuro comienzo del día siguiente, a los pies del llamativo e imponente Macizo de Montserrat. Primer escenario de esta nueva aventura en solitario.
Pocas horas después, aún sin encenderse el día, me pongo en movimiento. Buen desayuno casero, rematar y repasar el equipaje, "ponerse guapo" para la ocasión y para cuando tengo previsto plegar, el cielo ya está bien colorido. Con apenas tráfico y embobado por los paredones, subo hacia el recóndito monasterio de Montserrat. Entro en su parking y sorpresa.. para lo pronto que es, hay más gentío del que me esperaba. Rápido engancho la mochila y doy comienzo a la ruta de MONSERRAT360.
Despavorido continuo por el camino de las tres ermitas bajo los primeros paredones, por los que algun@s ya están escalando, pasando por la ermita de San Joan enclavada en un solitario espolón ... |
... y pegándome seguido a la pared meridional de La Magdalena; la bordeó colgado por las mimetizadas ruinas de Sant Onofre. |
Tras un estrecho pasaje en la ermita a la par de la caída, subo por una empinadas escaleras rocosas y me adentro en dominios más naturales ... |
... desviándome a lo que queda de la última ermita, la de Sta. Magdalena, ... |
... y llegando un poco más allá a lo alto del mirador, donde por un apacible y corto rato admiro por primera vez la belleza vertical que me rodea. |
Volviendo al buen camino, otras escaleras en la vertiente contraria me asoman de nuevo hacia el monasterio ... |
... para después de asomarme a otro mirador, con vistas de la vertiente Sur y las agujas que se alzan sobre El Bruc ... |
... mirando y apuntando allá lejos, a la gran cima de Montserrat acompañada de unas feas pero inconfundibles antenas ... |
... avanzo sin grandes esfuerzos, ni mucha compañía o perdida por el camino nuevo de Sant Jeroni entre densa vegetación mediterránea y algunas formaciones montserratinas ... |
... hasta terminar el "peregrinaje", frente a la ermita de Sant Jeroni y a los pies de su cumbre. |
Haciendo un esfuerzo más a la vez que esquivo al gentío que sube y baja, gano los últimos e insulsos metros por rampas y escaleras hasta tocar el techo del macizo.. Sant Jeroni (1237 m). |
... me llevan al alto de L' Albarda Castellana(1177 m), desde el que se ve como no para de llegar más y más gente a la vecina y gran cumbre. |
Yendo con la idea de adentrarme en ese territorio más salvaje y solitario de Montserrat; veo una segunda cota en L' Albarda y tras poner un pie en ella ... |
... y en soledad pero con agradables melodías de l@s autocton@s, pasado cerca del Portell de Migdia ... |
... y al otro lo que todavía queda , que no es poco y para lo que necesito poner "más leña en el fuego" después de alargarse el tiempo para conseguir llegar aquí. |
... para entre Els Ecos de La esfinge, el Cilindro, la Bella y un sin fin más de "pingonetes" ... |
... seguir con los pies en la tierra y a toda mecha por sinuosa y rompe piernas senda envuelto entre espeso verdor, torrentes balmas y pasos hacia imponentes canales; llegando al Coll del Miracle. |
Justo para el café y si me apuras los restos del postre, me presento en el refugio de les Agulles. El que será mi dulce y privilegiado hogar por una noche, a pesar de sus justas comodidades. Una vez asentado y puesto en ropa cómoda, busco buen lugar o por lo menos uno que me guste. Disfrutando del lugar, de las vistas dejo pasar las horas y tras el juego entre las últimas luces del día y las nubes da la hora de cenar.
Algo calentito para empezar y consistentes platos más postre después, la jornada va dando sus últimos coletazos. Con un rato de tomar la fresca y ver como las faldas de Monserrat son engullidas por las nubes y sobre ellas domina una anaranjada luna creciente, es momento de bajar la persiana.
Dudando a ratos sí y a ratos también, si en vez de estar en la habitación estaba en la guarida de un enorme oso.. la noche pasa, los cimientos del refugio han aguantado los ronquidos y el día va poco a poco desperezándose tras las Agulles del Montserrat más occidental. Recogido todo y de nuevo puesto en planta, bajo al desayuno cuando la mayoría todavía plancha las orejas. En la mejor terraza que uno puede esperar, oteando las verticales agujas y moles montserratinas, doy con buen festín y a primera hora de la jornada.. prendo la mecha a la segunda y última etapa de la vuelta de Montserrat.
... me toca atravesar, casi sin haber entrado en materia, el rocoso paso de la Portella ... |
... cayendo al collado de Guirló, donde se presenta la vertiente N de Montserrat y el "mar" del Llobregat. |
... me planto ante la Roca Foradada.. una obra de arte de la naturaleza , aderezada está ocasión con el bonito fondo nuboso. UN ESPECTÁCULO que cuesta despedir. |
Otra vez de vuelta, bajo el imponente Morro de Gos ... |
... cambiando el ruidoso ambiente de ese emblemático lugar, por uno más solitario y salvaje donde los habitantes de estos lares campan a sus anchas ... |
... a los pies de los paredones de conglomerado de Els Frares Encantats ... |
... continuando por la grande de Sant Jeroni, a desembocar en el Monasterio de Santa Cecilia donde volviendo la mirada atrás uno se siente tan poca cosa ante semejantes moles. |
Oliendo a "colorín colorado", sigo por el periférico paseo bajo un sol abrasador y vigilado por El Elefante, La Momia y su vertical vecindario ; pasando de largo el Pla de la Trinitat ... |
... y volviendo a ver el Monasterio de Montserrat, sintiendo y oyendo a la marea de gente que lo aborda, llegó al lado de las ruinas de Santa Anna. |
29 y 30 octubre '22
Del Rìo
Hola Oscar,
ResponderEliminarSiempre que vamos a la Costa Brava, me quedo embelesado viendo el Macizo de Montserrat.
Alguna vez he mirado algún recorrido por la zona, pero, desconocía que existía una recorrido, que daba la vuelta al macizo.
Estando tan cerca de Barcelona, no me extraña que hubiera gente hasta de noche, pero como sucede en otros lugares concurridos, en cuanto te alejas de las zonas más conocidas, siempre existen rincones, de los que disfrutar en soledad o con poca gente.
Una vuelta bien chula, sin duda, a tener en cuenta, aunque mejor sin ronquidos 🤣.
Salud y montaña.
Que tal Eduardo!! No me extraña jeje es que es llamativo lo mires por donde lo mires. Yo me entere este año trasteando por las redes sociales y en cuanto he pillado hueco he aprovechado, y la verdad que es un recorrido que merece mucho la pena.
EliminarA mi como digo después de Sant Jeroni y hasta el refugio la zona mas mágica y divertida. Esa no tiene desperdicio aunque sea para hacer en un día :) maquinando alguna circular igual desde El Bruc.
Jaja lo de los ronquidos es como una loteria pero al reves. A veces no toca y pero casi siempre si :P
Saludos y mucho monte, dentro de poco blanquito :P