Entre los augurios de nevadón al comienzo de la semana, las nuevas tecnologías de información en tiempo real que lo confirman y los mensajes de amig@s/compañer@s de fatigas que de primera mano te cuentan cómo está el tema; es complicado resistirse a las tentaciones y más cuando se espera cierta "calma tras la tormenta", combinado con un día de fiesta. Jugando al tetris con las horas del día, las cosas para hacer y las cosas a querer hacer; lo cuadro todo a la perfección en mi cabeza y para el final queda lo mejor.. preparar la mochila cosa poco especial y por fin toda la parafernalia de LOS ESQUÍS.
Obediente y temprano, cual niñ@ la noche antes de reyes, voy a la cama y "apago" el día para tener dulces sueños con esas blancas alturas, antes de que se cumplan.
Unos cuantos copos de nieve después y con el mundo funcionando a su ritmo normal vuelvo a caer por tierras roncalesas en medio de la semana a mitad de mañana, cuando el sol ya ha trabajado un poco el frío ambiente pero tampoco demasiado. Entre vacas que siguen cruzando la carretera sin mirar, una buena venta cerrada cosa que no me da opción a pasar a los tragos sin tarea y unas montañas que me trasladan directamente al invierno que todavía no lo es cruzo la frontera. Acabo plantándome en un movido entorno de Arette con currelas a tope adecentando la estación y otr@s tantos afortunad@s que se han dejado caer ante radiante y blanqueado día, a lo que no pierdo un instante en ponerme a punto para dar comienzo a la siempre breve temporada de rayar las blancas montañas.
Enfundó las botacas. Enciendo arva. Me pongo protección ligera para el fresco y a punto de finiquitar.. Y EL CASCO??? Primer día y no podía faltar el tradicional olvido. Por unos instantes debato conmigo mismo que hacer. A pesar de no ser muy partidario, con el más delicado de los cuidados me decido a salir con intención de solo hacer una parte del plan.
Tras apenas contados pasos sobre asfalto, echo las tablas al blanco manto y de seguido me monto en ellas ... |
Bajo bonitas luces creadas por sol y nubes, me acabo adentrando en pasillos kársticos ... |
... hasta quedar cerca del collado de Pescamou y ver por atrás las tierras francesas donde se encuentra esa frontera entre el mundo otoñal e invernal. |
... y llevando a un lado los glaseados parajes de Larra, sus cumbres y el gran Anie ... |
... y alejándome del piramidal Arlas y la frontera, a la vez que en el horizonte asoman las cima que desde Belagua tiran hasta las tierras del Irati ... |
... tras cruzarme con una gran esquiadora y dejar pendiente una futura quedada con las tablas; acabo con la hora pasada y casi todo Arette a mis pies. |
30 nov22
🗻Del Rio🗻
No hay comentarios:
Publicar un comentario