"Sorbete pirenaico": Dedo Petragème (2257 m)

Próximos a esos interminables días de celebraciones con amor y cariño sin razón; igual que a l@s niñ@s "txikos", se me vienen unos cuantos días de fiesta y uno empieza a frotarse las manos a la vez que la cabeza le empieza a echar humo por las mil y una ideas que le rondan. Sin nada claro, salvo que va toca pisar y digo pisar que no foquear o esquiar otra vez algo de blanco, pongo a punto la mochila y a estrujar el coco.

Vistas las previsiones.. más que el pirineo parece el trópico en invierno. Los deseos son muchos y las dudas de cómo estará el tema más, por lo que sin un objetivo claro, con varias cartas bajo manga y la mente abierta a todo.. "la chincheta" va a parar a lo más occidental de los valles occidentales y seguido un servidor al catre.

Sonando el despertador a horas inhumanas , empiezo a "danzar". Sin molestar a quienes todavía no se han bajado del ritmo del mundo pero que no tardarán 😉 me pongo en planta y sin demora, con lo justo un chupitillo de café para espabilar cambio el calor de casa por el de las calles. Oscuridad y soledad para dejar atrás el hoyo de Pamplona. Niebla espesa en las tierras prepirenaicas y cojiendo la recta final de la noche junto a la del viaje, remonto casi entero el valle de Roncal antes de caer en la tranquilidad que se respira junto al Refugio de Linza. 

Acogido en las bajuras pirenaicas por una temperatura que no es de agradó pero si agradable, doy con un desayuno exprés. Pasado no más del tiempo justo, pareciendo que hoy la compañía no va a ser mucha.. cargo la mochila más hierros a la espalda y salgo a "verlas venir".

A la vez que se prende el horizonte y las puntas pirenaicas ven los rayos del sol; emprendo
mi camino al son de madrugadores pájaros  por el otoñal hayedo del Bco. de Petrechema, sin pérdida ni casi cuestas pero si desnivel con Linza y su piramidal vigía por detrás hasta llegar al lado de los paredones que caen desde el collado de Linza.

Brillando la nieve más por su ausencia que por su blancura, cambio
el mullido terreno por el rocoso y por los muy pisados caminos de camille,
 subo acalorado por las estribaciones más orientales que se desprenden
de los pasos del Oso y del Caballo ...

... apareciendo frente a la Foya de los Ingenieros,
donde si se nota que estamos en invierno..
aunque un tanto triste.

Pisando piedra a ratos y una nieve que va cada vez
 a más y parece sorbete, aún sin a ver visto el sol ...

... continuo otro tanto para arriba sin descanso , abriendo
 huella y metiendo la pata muchas veces hasta el fondo
dirección a tierras vecinas entre la mole de Petrechema
 y las alturas que me separan del Acherito ...

... y cuando veo suficientemente cerca las afiladas agujas de Ansabere,
me decido a tirar rumbo a lo menos popular a la contra de Petrechema
perfilando la línea fronteriza por las sombrías laderas del Sobarcal ...

... hasta dar a soleado collado, donde azota un bochorno que tira para atrás
 venido antes de tiempo a la vez que se  exhibe bonito panorama hacia
el resto de los valles Occidentales, sus  zonas colindantes hacia el E ...

... y la cara N del Acherito, que pone los dientes largos.. pero que tal
 como está la cosa de "fresca", queda apuntada para la siguiente.

Luchando contra el viento, avanzo por las peladas
 y rocosas lomas hacia la llamativa y vertical mole ...

... a la que entró tras salvar un tobogán de nieve
 húmeda que cae al valle de Acherito y trasteando
 con las manos sobre la roca con algo de fino hielo,
salvo un par de fáciles trepadas (I) con el vacío a un lado ...

... alcanzando la "olvidada" cima de Sobarcal o el Dedo Petragème (2257 m),
con Petrechema, sus agujas, La Mesa y la Table como telón de fondo.

Fugaz oteo la estampa que me rodea. Al N las "tristemente" invernales
  alturas de Lhurs en contraste con el otoñal circo de Lescun ...

... y girando la cabeza, ya de despedida, el pirineo "profundo" y alguna inconfundible mole
más mil y un chinchetas imaginarias.. que tocara tachar en el año que se avecina 😜 .

Deshechas las trepadas con sutileza, lo suyo seria tomar un respiro y gozar
 de estar ahí pero el viento impone con todavía más violencia lo contrario
y cualquiera lo contraria. Sobre mis propias huellas arreo monte abajo
 por el camino de la foya de los ingenieros y el bco. de Petrechema con
destino final en Linza y en el comienzo de los excesos navideños.

23 dic '22

🗻Del Rio🗻