En el auge del verano hay veces que no todo son montañas, paredes o sucedáneos y son playa, fiesta o terraceo; lo que me lleva a dos opciones.. desistir del plan o seguir adelante en solitario con la idea que tenía .Viernes por la tarde y sin intención alguna de dar tiempo a la cabeza que valore las opciones; ya estoy haciendo la mochila, mirando meteo, sacando ropajes y desempolvando zapatillas de monte que llevan unas semanas a la sombra. Caído el telón del día, sigo el mismo camino y casi sin haber empezado, ya veo su final.
Justo cuando han debido terminar de poner las calles para el día que está por comenzar, salgo de casa con la chincheta del GPS marcada en los valles Occidentales. Tan oscuro como tranquilo viaje me hace plantarme con las primeras luces del día a los pies de las alturas pirenaicas y poco después en las puertas del refugio de Lizara, donde se ve poca gente todavía pero abundaban las cuatro ruedas.
Mientras el día se asienta y va llegando más y más gente, doy con buen desayuno en la mejor terraza que uno podría esperar. Sin demorarme demasiado salgo de nuevo al mundo y poniendo la mirada en Bisaurin, está vez le toca pero por una ruta poco usual. Dando los primeros pasos, un perro se me acerca y olisquea las zapatillas. Lo primero pienso que raro y lo segundoo.. que no me he puesto el calzado que debía. Resuelto el despiste en un periquete y por suerte sin mucho hecho y que deshacer.. ahora preparado de verdad, salgo hacia las alturas.
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En solitario que no solo por la compañía de de bastantes más montañer@s de toda clase , envuelto por un agradable ambiente fresco de par de mañana me alejo del refugio de Lizara por la ruta normal a esa clásica cima del Pirineo. Al poco, dejando a la mayoría en el corto camino de la vertiente Sur ... |
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... me desvío hacia Estanes. Sin prisa ni pausa voy siguiendo las marcas rojiblancas de la GR 11 a la vez que bordeo los farallones orientales de la mole Bisaurin-Fetas y adelanto algun@s madrugadores a la que me adentro en el bco de Bernera. Quedando tras de mí el valle de Aragües enmarcado por el verde y el colorido de los lirios ... |
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... sigo a contracorriente, "sudando" algunos metros más hasta dar con el pequeño refugio de Forestales. |
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Abandonando "lo pisau", apunto hacia las blancas y llamativas agujas de Balellaza. Con la soledad de ingrediente principal, navego rumbo a las alturas sobre tiesas laderas de hierbas que cubren hasta la rodilla dejando atrás el macizo de Bernera ... |
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... y cuando veo la vecina Sª de Secus y me asomo sobre la plana Mistresa ... |
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... continuo más arriba ,bajo el vuelo de los buitres y entre el correteo de los sarrios, bordeando la vertiente E de Fetas, que poco a poco va combinando verde y florido firme con uno roto y rocoso ... |
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... en el que derrepente aparece un "terrible" jardín de Edelweiss lo que más bien ya índica el comienzo de "la vía" ... |
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... y me veo casi pegado a las agujas. Entrando en una tiesa canal, toca hacer un esfuerzo más y remontar unos metros hasta encontrar una chimenea al lado contrario de las puntiagudas rocas, donde un cordino y un "grafiti" marcan el inicio del "tema". |
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Con el casco puesto y recuperado de la subidita, me meto en el jaleo de la "vía Edelweiss" a Bisaurin. Echando manos a las grietas de la roca y buscando buenos apoyos para los pies, subo el primer bloque. Sin intermedio viene el segundo, en el que tirando algo de adherencia y pequeñas repisas solvento EL PASO ... |
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... plantándome en una escena caótica con intenciones de venirse abajo en cada pisada. Buscando lo mejor, ando delicadamente para arriba ... |
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... "acogido" por las agujas de Balellaza y ... |
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... otro grandes paredones ... |
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... viendo dos posibles chimeneas. Una marca roja me hace elegir la izquierda y sin ninguna dificultad, echando algo de manos y tanteando cada apoyo, voy trepando por ella ... |
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... hasta aparecer ante otra aglomeración de Edelweiss justo en el final de la vía. |
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Finita la diversión, todavía queda que hacer y disfrutar .Montando sobre el amplio cordal de la pedreguera de los castillones, avanzo sin dificultad ni casi pendiente entre agujereado terreno kárstico para con un rampa en la que dar dos pasos adelante y uno para atrás, me lleva a poner "la bandera" en el Alto de Fetas ( 2539 m) y la mira en la cima del Bisaurin. |
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Opuesto a lo que cabría esperar en la ida a una cima, pierdo altura por roto y pisado terreno rumbo al collado de Baste, que me separa del objetivo del día. Apenas ni 100 m de desnivel y tras ... |
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... pasar al lado de una enorme dolina, que todavía conserva restos o incluso más que restos del invierno, recaigo en el collado y me junto con el camino que viene por la vertiente N desde la plana Mistresa y con un dúo de majos montañeros. |
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Después de breve charla con ellos, sigo para arriba. Recuperando el desnivel perdido y un poco más, por la "desmigada" rampa oriental de Bisaurin ... |
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... voy siguiendo algunos hitos y la trillada traza sin tregua alguna ni dificultad, salvo un par de pasos en los que apoyar las manos ... |
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... para salir al lomo cimero y cresteando por lo más alto de los valles Occidentales, llegó a la desierta cima de Bisaurin (2670 m). |
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Foto de rigor en una inusualmente "desolada" cima de Bisaurin (2670 m). |
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Un "regalo" como este, hay que disfrutarlo porque no dura demasiado, a pesar del viento y el ligero fresco. Abrigado y con algo de comer en la mano, contemplo el escenario de 360º que se ofrece desde la cima. Engullido por nubes y brumas veo lo que se deja del resto del pirineo hacia donde sale el sol ... |
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... en el lado sombrío, las bajuras ni se intuyen bajo un mar de espesas nubes. Más cerca, en primera plana ... |
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... el Castillo d'Acher y la línea fronteriza por la que dos amig@s van a echar aventurilla con noche incluida ... |
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... lanzando la mirada hacia los montes de casa, se dejan ver casi todos ... |
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... y en el último momento, compartiendo el lugar con el dúo de montañeros también Pamplonicas o por lo menos del "vecindario", oteo hacia el Sur el valle de Hecho, el collado de Foraton y marco el destino final allá abajo en Lizara. |
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Queriendo no privar a los demás del lujo de unos instantes de disfrute y paz, reanudo la marcha por la clásica vertiente Sur. Dando rienda suelta a las patas; pierdo casi 700 m de altura siguiendo la marcada senda sobre terreno muy suelto, en que a pesar de la "caña" toca controlar la pisada y no "disparar" piedras al gentío que sube ... |
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... y cuando el firme rocoso se ve eclipsado de nuevo por el verde, doy con la GR 11 en el collado del Foratón por suerte o no sin osos a la vista 😜. A toda mecha por la transpirenaica regreso a Lizara, zanjando esta poco usual e interesante ruta a la grande de los valles Occidentales. COSA C'È DOPO?? 🙃 |
⛰️Del Rio⛰️
Hola Óscar.
ResponderEliminarLas grandes montañas, tienen vías de acceso, que ofrecen recorridos muy atractivos, con el aliciente de tener la montaña para uno solo. No conocía esta variante de la vía Edelweis, anotado queda.
Salud y montaña.
Aupa Eduardo. Hay caminos muy interesantes y que son poco frecuentados, además tienen más miga que solo patear por los caminos normales jeje. Ya sabes que si te quieres animar hacer alguna, invitado estas ;)
ResponderEliminarSaludos y mucho monte :)
Los campos normales, son para las masas, mucho mejor estos y además vas solo@👌
ResponderEliminarEstos recorridos menos normales son los que todavía conservan esa magia del monte jjj. Pero cada vez son mas difíciles de encontrar
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