Quedando atrás mi cordada, familia, amig@s, infinitos planes incumplidos, en resumen "todo".. empiezo una nueva aventura solo. Después de unos cuantos cientos de kilómetros por tierras pirenaicas, otras calurosas y costeras; finalmente paso por las más alpinas hasta caer en tierras italianas. Aunque ahí no acaba la historia y me planto en sus alpinas montañas, montando campo base para una temporada en Valtellina.
Si todo lo conocido había quedado atrás, todo lo que viene por delante es novedad para bien y para mal 😂 y habrá que tomar el tema con calma para asentarse. De entre las primeras cosas, quedó para conocer a quien me acoge en sus dominios i4elementitrekking y en eso que estamos tomando algo y charlando.. sale el tema de que mañana tienen plan para ir al grupo dell' Adamello. Las orejas se me ponen tiesas y de seguido me invita a ir. Pienso que no debería. El viaje largo. Muchas cosas por hacer. Perooo... me es imposible rechazar la oferta y tras quedar para por la mañana; vuelo a casa, preparo de la mejor forma posible la mochila y "a planchar oreja" que arrancamos el primer día temprano 🤪.
Con las luces del alba me junto con Pietro y sus dos amigos. Rápida presentación de Mateo y Paul, y tras comentar que ellos solo irán hasta el refugio, nos vamos con las intenciones de "conquistar" uno de los vecinos dell' Adamello este tendrá que esperar , el Venerocolo.
Igual que alguien enganchado a "la caja tonta" ,me paso el viaje mirando por la ventanilla y viendo cómo pasa una película de nuevos e impresionantes paisajes, montañas, barrancos y bosques; casi llegamos a destino, pero el reloj marca la hora de desayunar y paramos en Edolo. Café, bocado breve, provisiones e información de primera mano para la ruta y vamos hasta las puertas del parque natural. La comodidad ve su final de forma fulminante nada más dejar atrás la civilización. Una pista estrecha y endemoniada por la que bamboleamos sin pausa, derrapamos, sufrimos golpes de piedras en los bajos, abandonamos el coche para salvar algún paso.. lo que podría ser toda una aventura inesperada, nos lleva hasta casi Malga Caldea donde respiramos tranquilos y aparcamos de una pieza.
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Alzándose llamativas alturas sobre nuestras cabezas, que se ven invadidas por demasiados nubarrones, en lo que nos enfundamos las botas estamos listos para la aventura de verdad 😜. Los cuatro al unisonó empezamos a patear por una pista en suave ascenso entre verdes parajes. Al poco de pasar al lado de Malga Caldea; los compañeros nos dicen que tiremos a lo nuestro, que tenemos faena. Dicho y hecho. Mano a mano con Pietro, serpenteamos la cabecera del valle de Avio a toda pastilla y sudando buena pendiente por asfaltada pista, acabamos a orillas del Laghetto de Avio. |
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Ocupando el imponente Adamello nuestro telón de fondo, con tregua
por parte del camino, bordeamos las abundantes aguas del Laghetto y
la "triste" cuenca del lago de Avio para dar de frente con la tercera de las
presas. Fuera del camino oficial, salvamos el monstruoso muro con breve
esfuerzo que nos llevan al refugio de Malga di Mezzo y al lago Benedetto
además de al buen camino. No dando respiro ni tentación a parar en el acogedor refugio ... |
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... llaneamos a la par de la poca agua del lago siguiendo resbaladiza
y verde senda, que no tarda en "picar" hacia arriba. Algún fácil tramo rocoso
con hierros de ayuda nos hace dejar atrás el valle de Avio. Tras chapotear por la
turbera de Lavedole y cruzar sus pastos donde campan vacas alpinas y
mucha gente pasea ; entramos en el valle del Venerocolo en el que los
verdes parajes van combinando con los rocosos y metemos a
las patas otro medio kilómetro vertical sin descanso ... |
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... y viendo cómo sube un teleférico eso solo es para comodones, que igual alguna vez
hemos sido y seguro volveremos a ser casi tocamos a las puertas del refugio Garibaldi. |
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Todavía viendo allá el paso, pero "ni de lejos" la cima, nos ponemos con lo más duro de la faena. Roca y más roca. El paraje se torna ... |
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... agreste y de gran montaña. La gente desaparece de la escena y salvo un veterano que baja y nos comenta que cero problemas para llegar arriba; nada más algún habitantes de las alturas nos sorprende con su presencia ... |
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... al igual que nubes bajas por algún momento. Marcas y omettis junto al GPS que llevamos de serie nos guían por el inmenso mar de bloques de granito; haciendo equilibrismos , pequeñas trepaditas y sumando otro buen puñado de metros ... |
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... nos alejamos de las bucólicas bajuras y nos acercamos a las anubarradas alturas... |
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... alcanzando el Passo del Venerocolo, a la vez que recibimos un buen golpe de frescura y doble dosis de triste realidad una del descarnado glaciar y otra de las bonitas vistas inexistentes en esta ocasión . |
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Protegidos ante frio y viento, no nos retiramos a pesar de saber seguros que no habrá recompensa. Enganchando el amplio cordal más septentrional , vamos ganando altura sin dificultades ni ver apenas lo que hay alrededor hasta que después de subir al "hombro" NE, aparece en el fondo gris la silueta de un chico que baja. Cruzando palabras con él Pietro más que yo, pero pongo todo mi empeño en entenderle , comenta que se ha dado media vuelta. Que no veía bien el camino, se ha enmarronado.. y ha dado media vuelta. Pero como si fuéramos un regalo caído del cielo ... |
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... nos pide ir con nosotros. Sumando uno más al equipo, rematamos el ataque a lo más alto subiendo entre bloques, nubes y algún paso pegado al abismo para poner la bandera en la cima de la Punta del Venerocolo (3323 m). |
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Foto de rigor en la cima del Venerocolo (3323 m). Pietro, 👆 y Michele. |
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A pesar del nulo disfrute visual, se está tan bien en lo alto que nos quedamos. Conseguidos buenos asientos, sacamos la comida y a disfrutar del rato, la compañía y .. breves instantes de las vistas que lo que hay a nuestros pies, pero sin valernos toca bajar y en el futuro esperamos no muy lejano volver por estos lares. |
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Despacio y con buena letra, sufriendo de cara las inclemencias del viento, regresamos al passo. Antes de seguir, un pequeño buzón nos brinda la oportunidad de plasmar una palabras de nuestro paso ... |
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... y con el punto y final sobre el papel, nos dirigimos hacia el de la aventura. Los compañeros que solo han ido hasta el refugio, nos avisan que ya llevan un trozo de bajada.. asi que nos toca acelerar. Rapidos y seguros nos metemos en roto y caótico descenso por el valle glaciar del Venerocolo, compartiendo camino hasta el refugio con una pareja que han hecho una bonita "alpinorrada" otra más que apuntar 😜. |
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Como el reloj no juego a nuestro favor, la parada en el refugio queda para la próxima. Apretamos machos, fijamos rumbo y a toda pastilla deshacemos el camino de subida entre canchales, pastos, turberas y presas.. reencontrándonos con los compañeros ya cuando el final es inminente y asi de esta manera me veo en la previa de la aventura alpina para lo que resta del año . |
⛰️Del Rio⛰️
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