Seis y media de la mañana, suena el despertador. Asomando la cabeza por el hueco del saco, apetece entre poco y nada salir.. pero lo que espera afuera bien merece el "sufrimiento".
Protegidos de pies a cabeza con toda la ropa que ha sido compañía toda la noche y amarrado el saco para que ninguna traicionera racha de aire se lo lleve, tomamos asientos en primera fila de cima y a esperar que empiece "la función".
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Tímidamente la noche va retirándose y dando paso al Nuevo día. Al contrario el fresquito mañanero de tímido tiene poco y moviendo de un lado a otro e incluso haciendo algún "bailecito" ... |
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... sin quitar la mirada, fija en rumbo E, vamos viendo cómo se incendia el horizonte. La silueta de grandes y no tan grandes montañas se va trazando como si fuera el lienzo de un artista. Expectantes ante tal espectáculo, el tiempo no se detiene en su pasar y ... |
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... cuando queremos darnos cuenta, a la espalda los primeros rayos de sol indicen en las cotas más altas del grupo del Bernina. Frío mucho más frío... |
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... avisa del esperado momento. Lento pero firme asoma primero un fuerte haz de luz. Poco a poco la gran bola luminosa va asomando sobre el aserrado horizonte y cuando el leve la calor de los primeros rayos de sol nos dan en la cara, el espectáculo concluye. |
Nuevamente en el vivac toca dejarlo igual o mejor de lo encontrado. Mientras se calienta un té, recogemos toda la parafernalia y tendemos los sacos para que se descongelen. Al sol damos con un desayuno express a base de vicios poco saludables y no dejando que el te se enfríe o que lo hagamos nosotros . Sin demora guardamos sacos a mitad de proceso de secado, rematamos mochilas y de regreso a casa.. pero un regreso poco directo y con diversion por otras alturas cercanas.
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Veloces descendemos del vivac al bivacco por los mismos pasos que a la subida y al cobijo de cuatro paredes reunimos el trio. En una breve parada Pietro y Max comentan la jugada, yo poco tengo que decir mientras sea montaña 😜. La noche no ha sido muy mala para nadie, las ganas nos sobran y de fuerzas vamos bien.. con lo que se queda en intentar el Sasso Moro, aunque condicionado a la respuesta del refugio Bignami sobre la subida. Puestas las cartas sobre la mesa ,dejamos el bivacco y seguimos en comoda dirección para volver a Alpe Gembrè y a la cuenca del lago di Gera. |
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La verdadera historia empieza aquí y ahora. Toca alzar la vista algunos miles de metros, pero primero clavamos la mira en la decisiva parada intermedia. Fluyendo por todo nuestro agreste alrededor lo que en algún momento fue hielo de los glaciares de Fellaria ... |
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... rodeamos sin esfuerzo por buena senda la cabecera del lago, salvando por puentes los muchos cauces y cuando estamos en la orilla contraria del que ha sido nuestro hogar por una noche, el camino pica. En silencio y soledad ganamos casi 250 m altura entre herbosas laderas sembradas de rocas y los últimos pinos ... |
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... para dar a las puertas del Refugio Bignami. Puertas que encontramos, junto a un grupo de veteranos al que hemos dado "caza", cerradas. Mal para unos que no tienen donde echar un trago y peor para nosotros que nos hemos quedado sin información "vital". Ante el problema nos detenemos a pensar. Para pensar mejor con el estómago caliente. Con un té recién hecho, toca mirar mapas, estudiar situación y en cuanto se vacía la última gota del vaso.. decidimos ir, que siempre está la posibilidad de retirada. |
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Marcas y carteles nos llevan a Alpe Fellaria, siguiendo la estela de los veteranos. Al poco nos desviamos de ir hacia el espectáculo glaciar y encauzamos nuestros pasos hacia la Forcella di Fellaria, pero apenas tomado ese nuevo rumbo.. salimos del claro camino para tomar lo que gusta solo a algunos 😜. Nada que asegure por donde ir, obliga a buscarse la mejor traza para ganar una pedregosa y herbosa ladera hasta el cordal que se desprende del Sasso Moro ... |
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... donde unas marcas rojas nos sorprenden. Fácilmente seguimos el lomo NE de la mole, ganando altura del piso montano con todavía algo de colorido ... |
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... yendo en paralelo a las bajuras de los parajes di Gera; a la vez que contemplamos la Val Gembrè, la Val Poschiavina y sus alturas ... |
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... alcanzando, tras la mitad del "atacco", el siguiente piso en que la escena se torna totalmente rocosa y se intuye "diversión. Lajas rotas entre abismos nos hace de entrante a un cresterio ... |
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... en qué por corto rato hace pensar y asegurar cada paso hacia donde visualizamos los puntos rojos e hitos, cruzar algún pasaje colgado, ir echando manos a la roca para superar pequeños resaltes y presentarnos en rocoso plató bajo los paredones de la pirámide cimera. De un momento a otro las marcas brillan por su ausencia. Seguros del camino a pesar de no haber que lo atestigüe ... |
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... por donde mejor vemos en los dominios de una cabra alpina que nos lanza piedras, nos alzamos hasta la divisoria más sombría. Una travesía estrecha junto algunas trepadas por resaltes de rota roca nos hacen ir a ver de nuevo el sol, al mismo tiempo que conquistamos la cima del Sasso Moro (3108 m). |
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Justo para la hora de comer, hemos cumplido y Max de nuevo salta con el tema de la paella.. solo que esta vez lo acompaña con un paquete de paella y no me puedo negar a ello. A tresmil metros saco el cucharon y paella para comer 🤣. De mientras se hace y después se come, los ojos no descansan. Los glaciares de Fellaria son lo primero a lo que van después de tanto verlos por la red ... Foto de Pietro |
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... en cambio al Scalino está vez solo de refilón, porque el Disgrazia sigue atrayendo día tras día y uno no se cansa de él lograremos tacharlo? Mmm .Para casi todo el rato de cima este y sus más pequeños vecinos es lo que nos inunda la vista ... |
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... quedando para el final girar la cabeza a los más altos del grupo del Bernina con su muy alpino ambiente y de paso vamos cambiando el chip a que toca ir para abajo. |
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Foto en la cima del Sasso Moro (3108 m). Pietro(el fotografo), Max y ☝ |
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Fatiga, larga bajada.. muchos factores se suman a la contra. Pero afrontamos lo que venga. Con pies de plomo bajamos de la cúspide y nos metemos en el desconocido cordal N. Sin grandes dificultades y siguiendo hitos empezamos a bajar por él, sobre roto terreno; hasta que al poco vemos que por delante no hay otro hito. Tiramos de mapa y enseguida retomamos el buen camino. Algo de diversion con destrepes, vertiginosas canalizos que desembocan en los restos de heleros y cuando lo más agresivo de la montaña queda atrás; continuamos por pedregales...
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... cayendo sin perdida a la Forcella di Fellaria y reencontrando caminos oficiales, pero todavía buen y tedioso "tomate" por delante en estos lares tan impresionantes. |
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Enganchados al sendero 305, apuntamos al Refugio Carate. A ritmo continuamos allá por donde indican las marcas, adentrándonos en el enorme mar de bloques que nos obliga a ir pasando, trepando-destrepando e incluso saltando de uno a otro para conforme la altura va siendo menor; las rocas ir en esa misma tendencia y por un pedregal, después de una buena paliza rocosa recaer en el cerrado refugio. Como vamos bien de hora, una parada para recuperar el aliento y disfrutar un poco más de esto que tanto nos gusta. |
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Oteando el panorama hacia las bajuras de Valmalenco, marcamos destino final. A piñón aún con todo lo que llevamos encima, bajamos por el camino de los siete suspiros porque cuando subes ves el refugio siete veces y no terminas de llegar y los rocosos prados alpinos delle Forbici ... |
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... teniendo como testigo al imponente Sasso Moro y justo antes de tocar suelo en Alpe Musalle, cambiamos de rumbo y directos a Campo Moro. Un bosque de coníferas nos engulle ... |
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... para ir faldeando de W a S la mole en que hemos "puesto bandera" y rematar la aventura del vivac alpino llegando a los pies del muro de hormigón de Campo Moro, tocando como guinda tener que subir hasta la diga di Gera.. aunque en verdad está la ponemos después de quitar las botas, sentados en una mesa los tres bebiendo y comiendo sin saber si es una celebración, una recuperación para la siguiente o quizá un poquito de ambas 😜. |
⛰️Del Rio⛰️
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